Discurso pronunciado el 24 de noviembre durante la entrega de los Premios Tintero y Secante 2021 por Jorge Zuloaga Montero, Presidente de la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE)

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Vicepresidenta, presidentes, consejero delegado, amigos y amigas. Buenas noches, y bienvenidos a todos. Es un placer introducir por primera vez unos premios Tintero y Secante en representación de la Junta Directiva de la APIE.

Me gustaría arrancar esta introducción con una confidencia: cuando empecé en el periodismo económico, hace ya unos cuantos años, pedí consejo a un familiar que había estado muy metido en el sector, en comunicación. Me hizo dos grandes sugerencias. La primera, que desarrollaré más tarde, giraba en torno a la credibilidad, el trabajo serio y el respeto por los compañeros y profesionales del ‘lado oscuro’. La segunda fue que me hiciera de la APIE. Como veis, hice caso, y es un orgullo haber visto la evolución que ha mostrado la asociación durante este tiempo.

Aterrizando en los premios, los 35 años que cumplen los Tintero y Secante son un buen indicativo de su éxito y trascendencia. Es una alegría poder celebrar este aniversario de nuevo con amigos aquí en la sala, tras una última edición en la que la pandemia obligó a restringir el aforo. No quiero olvidarme de la gente que nos sigue en remoto, un canal gracias al cual hemos podido llegar a cada vez más socios.

Este evento es siempre un motivo de celebración. Los periodistas económicos premiamos a los poderes que más nos han ayudado durante el año, y damos un tirón de orejas simpático a los que consideramos que tienen algo más que ofrecernos. Este año es atípico. Por un lado, la última vez que el Ministerio de Trabajo había estado en estos premios fue en el lado de los Secante, un honor que recayó sobre Fátima Bañez. Hoy recogerá el Tintero Yolanda Díaz. Y por otro, tenemos en los Secante a un invitado sorpresa, el poder judicial, por motivos que desarrollaremos luego.

Junto a ellos, los socios de la APIE han votado como accésit a Tintero a Cani Fernández, de la CNMC, y a Ismael Clemente, consejero delegado de Merlin Properties y el primer representante del sector inmobiliario que pasa por aquí en muchos años. En el lado de los Secante, los accésit recaen sobre José María Álvarez-Pallete, presidente de Teléfonica, que sigue los pasos en estos premios de su predecesor César Alierta, y de Beatriz Corredor, presidenta de Red Eléctrica. Desafortunadamente, en la energética no han sabido entender la esencia de estos premios y no estarán aquí para recoger su premio.

Además, la APIE nombra Socio de Honor a José María Roldán, presidente de la Asociación Española de Banca y concede una placa de honor al expresidente de la asociación entre 2015 y 2021, Íñigo de Barrón.

Tres reflexiones sobre periodismo

Sin extenderme mucho, me gustaría compartir con vosotros tres reflexiones.

La primera, es sobre estado actual del sector. Como el año pasado, nos encontramos ante una ceremonia y un año marcados por el covid. Aunque la pandemia nos ha dejado vivir y trabajar con mayor normalidad que en 2020, el virus ha seguido marcando nuestro día a día. De hecho, en la asociación hemos sufrido este año el virus, con la pérdida de Rafael Arroyo, que ejercía las labores de contable. Para él quiero que sean estas palabras de afecto y recuerdo.

Como a muchos otros sectores, algunos aquí representados, la pandemia ha supuesto un punto de inflexión, una encrucijada. En primer lugar, nos dio a todos los medios los lectores que nunca hemos tenido. Pero este regalo llegó envenenado, con cada vez más ‘fake news’ a nuestro alrededor que amenazan la credibilidad de todo el sector.

«La pandemia nos dio a los medios los lectores que nunca habíamos tenido. Pero este regalo envenenado llegó con cada vez más ‘fake news'»

Uno de los últimos informes del Instituto Reuters para el Estudio del Periodismo resume que “la pandemia del coronavirus sigue colocando una nube oscura sobre la salud de nuestras comunidades y también sobre el sector periodístico”. Aunque también arroja brotes verdes sobre la credibilidad de los grandes medios, este informe constata que las redes sociales y Whatsapp siguen siendo los canales que más se usan para acceder a información por parte de la gente joven y de clases bajas. Y que, a su vez, es el medio en el que más se desconfía de la veracidad de las noticias. Junto a la situación económica, este es el gran reto al que se enfrenta el sector.

Vivimos un momento complejo. En los últimos meses han surgido nuevos medios y oportunidades para los periodistas. Pero el covid se ha dejado sentir en el sector, cuyas cifras de desempleo aumentaron un 25% en 2020, según el Informe Anual de la Profesión Periodística de la APM. Además, el 28% de los trabajadores del sector se vieron afectados por un ERTE y un 59% de los periodistas que trabajan como autónomos vieron reducidos sus ingresos. El periodismo llega a esta encrucijada de la que hablábamos con una rueda desinflada.

Adentrándonos un poco más en nuestro nicho, el periodismo económico, una reciente encuesta de la Universidad de Navarra, cuyos resultados nos permite avanzar Alfonso Vara, refleja que los periodistas vemos déficit en el compromiso de nuestras empresas con la formación, algo en lo que intentamos ayudar desde la APIE. Junto a ello, los periodistas económicos estamos preocupados por el poder de las fuentes de información para controlar las noticias, sobre todo cuando se trata de grandes anunciantes. Y percibimos menos profesionalidad de las fuentes del sector público, un recado para la vicepresidenta.

«Los periodistas económicos estamos preocupados por el poder de las fuentes de información para controlar las noticias, sobre todo cuando se trata de grandes anunciantes»

Con ello llego a la segunda reflexión, ligada a uno de los hitos de la APIE en 2021: el acuerdo con la Asociación de Directores de Comunicación, en la que también intervinieron la APM y la FAPE. Este acuerdo fija las primeras reglas de juego para un comportamiento más ético en la relación de periodistas y profesionales de comunicación, en varios ámbitos: el primero, tratando de evitar el uso de la información para conseguir acuerdos publicitarios y vicecersa, el uso de estas campañas para parar noticias; el segundo compromiso es el de veracidad, tanto por parte de los periodistas a la hora de publicar informaciones como de los dircom cuando reciban una consulta; y el tercer compromiso es el de que haya unas reglas de juego que hagan más predecible el trabajo diario de ambas partes, garantizando a las empresas un plazo para responder a las consultas y que su punto de vista se recoja, y a la inversa ofrecer disponibilidad, información de calidad y no discriminación entre medios, entre otros aspectos.

Es vital que este acuerdo se cumpla por parte de todos. Las presiones, mentiras o manipulaciones de las empresas debilitan a los medios y su credibilidad ante la sociedad. Y por otro lado, las malas prácticas de algunos medios —los que seguro que José María Roldán denominaría prensa en la sombra— mancha la imagen de todo el sector y nos distancia de nuestros interlocutores y público. A nadie le interesa que el futuro de la prensa y de los profesionales de la comunicación vaya por ese camino. Y una de las formas de evitarlo es este acuerdo.

Renovación y futuro en la APIE

La tercera reflexión que me gustaría hacer es sobre la situación de la asociación y el trabajo que ha hecho durante el último año. Ha sido un ejercicio intenso, de recuperación paulatina de la normalidad, en el que hemos puesto en marcha un nuevo curso con la Universidad de Alcalá; hemos retomado físicamente el de Santander; se ha cerrado el mencionado acuerdo con los Dircom; y hemos avanzado en la puesta a punto de la asociación, con una nueva agenda digital que pronto verán los socios. También estamos trabajando en nuevas alianzas con universidades y hemos renovado recientemente la Junta Directiva, con la entrada de profesionales del sector de reconocido prestigio. La Asociación está en forma como se ha visto y se seguirá apreciando en el futuro. No vamos a dejar de trabajar para que las empresas respondan ante los periodistas y lo hagan sin ruedas de prensas solapadas que entorpecen nuestra labor.

«Cuando no hay democracia, no hay prensa. Sin cuarto poder, difícilmente se puede hacer rendir cuentas al poder ejecutivo, al legislativo o al judicial».

Me gustaría acabar resaltando de nuevo la importancia de fortalecer al sector. La salud de los medios y la democracia son termómetros que suelen marcar el mismo nivel. Cuando no hay democracia, no hay prensa. Tampoco puede haber una democracia sana sin prensa, ya que sin cuarto poder difícilmente se puede hacer rendir cuentas al poder ejecutivo y legislativo, incluso al judicial aquí presente. Todos estos son casos extremos que afortunadamente no hemos vivido muchos de los que estamos en la sala. Sin embargo, lo que sí estamos sufriendo es un momento en el que todos los elementos clave de la democracia, políticos, jueces y periodistas estamos en cuestión. Está en nuestra mano recuperar la credibilidad.

No debemos buscar culpables ni excusas. Debemos encontrar soluciones. La política se la dejo a la vicepresidenta. La periodística está en nuestras manos. Tenemos que pararnos. Reflexionar todos. Como decía Gabriel García Márquez, tenemos el mejor oficio del mundo. Estemos a la altura.