El Ministro de Industria, Energía y Agenda Digital, inaugura la nueva edición del Curso de Economía organizado por APIE, con el patrocinio del BBVA, en la Universidad Menéndez Pelayo de Santander
En un curso bautizado con el título La cuarta revolución. ¿Cómo afecta la agenda digital a la economía y a la industria?, pocos invitados más adecuados podía haber para celebrar su sesión inaugural que el ministro del ramo. Álvaro Nadal hizo malabarismos con su agenda para poder estar en la apertura del curso organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica, que contó también con la presencia de Juan José Sota, Consejero de Economía, Hacienda y Empleo del Gobierno de Cantabria, de Carlos Torres Vilá, Consejero Delegado del BBVA, y de César Nombela, rector de la Universidad Internacional Menéndez y Pelayo.
Venía Álvaro Nadal muy dispuesto a hablar no tanto de la digitalización como de la necesidad de digitalizar todos los sectores de la sociedad; pero no pudo escapar a algunas preguntas sobre las otras competencias de su ministerio, como las subastas de energías renovables, la fiscalidad de la energía nuclear o el fin del roaming. Y fue sobre el primer campo donde lanzó un aviso contundente, advirtiendo de las ofertas que se están haciendo a los pequeños ahorradores para que acudan a las subastas, una maniobra que, declaró, le preocupaba “porque no son operaciones pensadas para ellos, no son un producto de renta fija. Tienen una regulación complicada y son para gente que conozca bien el mercado y que forme parte de él, y esto es importante que se sepa”.

Álvaro Nadal, Ministro de Industria, Energía y Agenda Digital, durante su intervención en el curso de economía organizado por APIE en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander.
La supresión del roaming en Europa, declaró, le ha cogido “con el alma partida” porque, si bien por un lado le venia bien como ministro de turismo al ser un incentivo para los extranjeros que visiten España este verano, por otro no podía evitar considerar que “las cosas se tenían que haber hecho con un reparto más justo”, y acusó a la Comunidad Europea de falta de sensibilidad, y de haber hecho esa liquidación de una forma irregular “que a España le perjudica especialmente”. La fiscalidad de las nucleares no conoció ninguna novedad sobre lo expresado hace dos semanas, y el ministro volvió a dudas de la sinceridad de los informes del sector sobre su falta de rentabilidad: “se juega con la falta de conocimiento del regulador, que no tiene un mecanismo de mercado para guiarse. Y el objetivo de cualquier regulado es decir que le va fatal”. Nadal añadió que la clave del tema nuclear no está tanto en la fiscalidad como en la hoja de ruta energética de los distintos grupos políticos a la hora de contar con ella en el mix de los próximos años. Su postura, añadió, es afirmativa, ya que prescindir de esta fuente energética “encarecería el precio de la electricidad en un 25%, y eso nos parece excesivo. Otras formaciones políticas pueden pensar que es un coste asumible, no es nuestro caso”.
Un tren que no podemos perder
Antes, en su intervención sobre la cuarta revolución, Álvaro Nadal había advertido de la necesidad de España de no volver a perder el tren digital del mismo modo en que había perdido el de las revoluciones anteriores, la del vapor y la del motor de explosión. La ventaja de jugar un papel activo en este tipo de revoluciones, explicó, puede ser decisivo para el futuro de un país, y perder la oportunidad un atraso con el que ya ha vivido España en otras ocasiones: “nos ha costado dos generaciones recuperar el terreno perdido de los 150 años anteriores. De ser un país pobre hemos pasado a estar en la media europea, pero aún no estamos en la cabeza europea”. El ministro advirtió también que, en esta cuarta revolución, son Estados Unidos y Asia los que van en cabeza, mientras que Europa “está perdiendo posiciones”.
Uno de los motivos de este retraso, añadió Nadal, es que “A la agenda digital europea le falta ambición”, en el sentido de estar tomando decisiones basadas en temas aislados, como el caso del roaming, y no concentrarse en “un impulso sobre qué debe hacer el continente para recuperar liderazgo”. Aunque expresó su confianza en que este impulso se comience a notar este mismo año, por lo que ha percibido en las actividades de Angela Merkel “y, sin duda, de Macron”.
Necesidad de pensar en digital
Subirse al tren digital, en el caso de España, requerirá un cambio en la manera de pensar, una implicación de todos los sectores, incluídos los que no son implícitamente digitales. En este sentido, Álvaro Nadal advirtio de la excesiva analogización del entorno en todo tipo de campos, comenzando por la propia formación académica, donde “en bachillerato las letras superan a las ciencias en una proporción de tres a uno, cuando donde va a haber trabajo rentable va a ser sobre todo en ciencias. Falta gente en el terreno científico, buscan profesionales y están pagando bien”.

Álvaro Nadal, Ministro de Industria, Energía y Agenda Digital, durante su intervención en el curso de economía organizado por APIE en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander.
Esta falta de espíritu digital se extendería a muy diversos campos sociales, empezando por el propio sistema financiero, del cual dijo Nadal que “no está especialmente preparado para una revolución tecnológica”, y reclamó un esfuerzo para pensar en nuevas formas de financiación que contemplen los proyectos digitales de forma parecida a como lo hacen los países que están a la cabeza en emprendimiento; el sistema legal, donde tanto la Constitución como el resto de las leyes “son tremendamente analógicas, no están pensadas para un mundo digital”, y hacen necesaria la creación de grupos de análisis de ámbito europeo para expandir al mundo digital campos como el derecho a la privacidad, al honor, e incluso a la propiedad; o el sistema fiscal, al cual consideró necesario “dar una vuelta adaptarlo al mundo de la red”.
Con todo, el ministro se mostró optimista con los campos de la economía donde empresas españolas han desarrollado la experiencia suficiente como para hacerse notar en el terreno internacional, como la digitalización de la Sanidad pública o de los servicios de banca, que han servido para crear empresas especializadas que están exportando sus servicios a otros países. “Todo el mundo tiene que concienciarse en que cualquier empresa, por muy tradicional que sea su sector, tiene posibilidades de expansión en el mundo digital”.
Álvaro Nadal se negó a facilitar ninguna fecha concreta para la subasta del espectro 5G, pero sí declaró que “a partir del año que viene queremos que la banda de 3,5 ghz, que esta libre, se pueda empezar a utilizar para los experimentos de los primeros operadores”; el objetivo es ganar tiempo para que cuando el estándar esté listo las empresas hayan podido adelantar trabajo.
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