El Consejo General de Economistas celebró, con la colaboración de APIE, una jornada para analizar la llegada de este nuevo modelo en la concesión de créditos

De izquierda a derecha, Ángel Berges, Fabrizio Fraboni, Valentin Pich y Alberto Martín del Campo Sola.
Se avecinan cambios en el mundo del crédito, y todas las partes interesadas coinciden en que esos cambios serán para bien. Esa es la conclusión principal a la que se llegó en la Jornada sobre el crédito responsable organizada por el Consejo General de Economistas, con la colaboración de la Asociación de Periodistas de Información Económica, centrada en la implantación en España de los ficheros positivos de solvencia, que, según declaración oficial del Consejo, ayudaría a incrementar un 20% el flujo de crédito para autónomos y pymes -lo que equivaldría a 30.000 millones de euros más al año- y a reducir la tasa de morosidad, entre otros beneficios. Las consecuencias de la implantación de esos ficheros fueron analizadas en dos ponencias y dos mesas redondas, que contarón con la participación de varios especialistas del entorno financiero, autónomos y consumidores.
La jornada, presentada por Valentín Pich, Presidente del Consejo General de Economistas, contó con la participación de Angel Berges, Vicepresidente y socio de Analistas Financieros Internacionales, Fabrizio Fraboni, Lead Financial Sector Specialist, Finance, Competitiveness & Innovation del Banco Mundial, Patricia Suárez, Presidenta de la Asociación de Usuarios Financieros, José Luis Perera, Secretario General de la Asociación de Trabajadores Autónomos, Agustín Puente, Especialista en Protección de Datos y Socio de Broseta Abogados, Josep Miquel Peris Fibia, Director de Planificación de Gestión de Riesgos del Banc Sabadell, Teresa García Ocón, Responsable de Operaciones de Financiación de ING España, Fernando Tejada, Director del Departamento de Conducta de Mercado y Reclamaciones del Banco de España y Alberto Martín del Campo Sola, Secretario General de Legislación de Entidades de Crédito, Servicios Bancarios y de Pago del Ministerio de Economía y Empresa, además de Rosa Sánchez, de la Junta Directiva de APIE, que actuó como moderadora.
Créditos para quienes lo merecen
En su intervención, Ángel Berges declaró que es un buen momento para hablar de la implantación de estos ficheros, ya que actualmente “En España no hay un problema de gestión crediticia”. Contar con los registros completos de los solicitantes de crédito, que abarcan la información positiva y negativa en lugar de sólo la segunda, ayudaría a reducir o eliminar los problemas de información asimétrica que acompañan a la concesión de un crédito, e “impedirían conceder crédito a quien no se lo merece y no concedérselo a quien se lo merece”. Además, recalcó, hay que tener en cuenta que los márgenes de concesión están actualmente muy comprimidos, por lo que “cualquier error en la concesión se paga muy caro”.
Fabrizio Fraboni destacó en su intervención la enorme importancia que la concesión de créditos juega en las actividades del Banco Mundial y mencionó el grupo de especialistas “creado especificamente para ayudar a las economías emergentes a crear sistemas de información crediticia, incluyendo los ficheros completos”. La mayor dificultad a resolver, añadió, es unificar las políticas de información a las entidades en las jurisdicciones de 60 países, tarea que corresponde a su Comité Internacional de Información de Crédito. La sección Getting Credit, dentro del Departamento de Doing Business, determina los criterios de crédito de cada país en concreto y la posibilidad de compartir información crediticia “teniendo en cuenta si están disponibles sólo los datos negativos o también los positivos”. Las economías emergentes que no cuentan con infraestructuras para compartir datos “terminan prestando dinero a personas que no lo necesitan”.
El peligro de la privacidad
En la mesa redonda dedicada a analizar esta novedad desde el punto de vista del consumidor, Jose Luis Perea, de ATA, confió en que estos ficheros permitan ofrecer al autónomo un crédito ajustad a sus necesidades y “recobrar la situación anterior, donde había una relación de confianza entre el autónomo y el director de la sucursal, que conocía cuáles eran los buenos meses para el negocio, los malos, la situación general”. Por su parte, Patricia Suárez recordó que en los tiempos anteriores a la crisis fallaron los sistemas de evaluación de solvencia y “se ha prestado dinero a quien no lo podía devolver”. En este sentido, definió los ficheros de solvencia completa como “una herramenta fundamental para las entidades y para el consumidor”. Agustín Puente también destacó la mejora que supondrán estos ficheros, ya que “ahora, lo más que se puede saber es quién no es mal pagador; hay que evolucionar hasta saber quién es buen pagador”.
Surgió, de modo inevitable, el problema de la privacidad y la protección de datos, donde Agustín Puente recordó que ya existe una normativa que protege la privacidad de los consumidores y que no está reñida con que pueda accederse al historial crediticio de una persona. Aunque, declaró, “estaría bien una normativa que regulara esa actividad, el reglamento de protección de datos ya da mimbres para poder hacerlo”. Jose Luis Perea consideró que no es un tema preocupante siempre que esos datos “estén en buenas manos, que sean utilizados por aquellos a quienes les pido el crédito. No los pueden tener entidades externas”, y Patricia Suárez advirtió de la necesidad de no bajar la guardia en la protección de la privacidad de los datos, ya que en el tema de los ficheros positivos, más que las entidades financieras, el peligro puede venir de “todas estas plataformas que están dando préstamos rápidos, préstamos basura”, además de la posible entrada en actividades financieras de la GAFA -el acronismo que engloba a Google, Apple, Facebook y Amazon- y de la enorme cantidad de información sobre los consumidores de que dispondrán.
Supervisión y nuevos jugadores
En la segunda mesa redonda, Teresa Garcia Ocón consideró que los ficheros completos permitirá “pedir al cliente menos informacion y democratizar el acceso al crédito”, y Fernando Tejada apuntó algunos posibles inconvenientes como “una discriminacion en la cuestión del precio, en las personas de manor poder adquisitivo… Pero hay que ir a las ventajas, que son mayores”, añadió, señalando que el problema principal estaría en la supervisión. Si se entra en el Banco de España, ello podría plantear “algunos problemas de asimetría. Pero no hay inconveniente para que haya un registro centralizado, en el Banco de España o donde sea, y que existan además registros distribuidos”.
Para Josep Miquel Peris los ficheros completos sólo suponen ventajas y, de haber inconvenientes, estos se referirían a “asegurar el encaje con los diferentes reglamentos y directrices, españolas y europeas”, además del riesgo del mal uso de la información. Los nuevos jugadores en el terreno financiero podrían acabar accediendo una información que a las entidades les ha llevado mucho tiempo recopilar y, aunque finalmente estas se vean obligadas a compartirla, se apuntó de la conveniencia de hacerlo poco a poco y bajo una estricta vigilancia: “veo complicado que en un principio podamos abrir todas las puertas del campo”. Garcia Ocón recalcó que “El cliente tiene que saber en todo momento qué información suya hay disponible, y cómo se va a utilizar”.
Cerró la jornada Alberto Martín del Campo Sola, quien declaró que actualmente el Ministerio de Economía y Empresa está en una situación de reflexión sobre este tema, ya que hasta que se aclara el futuro del nuevo Gobierno no podrán emprender una acción más concreta. “Pero está claro que uno de los puntos más importantes es el tema de la protección de datos”.