Los presidentes de cuatro asociaciones profesionales presentan el documento “Periodistas y Directores de Comunicación: un compromiso ético para el futuro”

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No hubo sólo crítica; también autocrítica. Y un análisis de cómo se ha llegado hasta aquí, y de qué se puede hacer para desandar lo malandado. Y de la necesidad de un compromiso urgente con los principios éticos de la comunicación y la información, tanto por parte de quienes la difunden -los periodistas- como de quienes la facilitan -los directores de comunicación. Todo ello ha quedado plasmado en la presentación del documento Periodistas y Directores de Comunicación: un compromiso ético para el futuro, que ha sido suscrito por La Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), la Asociación de Periodistas de Información Económica, (APIE), la Asociación de la Prensa de Madrid (APM), y la Asociación de Directivos de Comunicación (Dircom) han presentado este jueves: ‘Periodistas y directores de comunicación: un compromiso ético para el futuro’, un documento que expone las mejores prácticas y principios que deben orientar ambas profesiones y las relaciones entre ambas.

El documento ha sido firmado en la Biblioteca de la Asociación de la Prensa de Madrid por los cuatro presidentes de las asociaciones –Nemesio Rodríguez por la FAPE, Íñigo de Barrón por la APIE, Juan Caño por la APM y Miguel López-Quesada por Dircom, después de lo cual se ha pasado a un coloquio en el Salón de Actos de la Institución, que ha comenzado con un minuto de silencio por reciente el asesinato en Burkina Faso de David Beriain y Roberto Fraile, “dos periodistas queridos y admirados por todos”, en palabras de Juan Caño.

Durante el debate, Miguel López-Quesada, en representación de los directores de comunicación, aprovechó para desmentir el tópico según el cual comunicadores y periodistas son mundos enfrentados, ya la mayoría de los directores de comunicación son también periodistas, “y los que no lo son tienen que entender las reglas de juego de este trabajo”. De hecho, comunicadores y periodistas han podido constatar “una preocupación compartida sobre la necesidad de dar respuesta a los desafíos éticos”, a los que este documento busca ser parte de la solución, recordando los principios básicos de las buenas prácticas de ambas profesiones y renunciando, añadió el presidente de Dircom, a cualquier espíritu sancionador, con la idea de que los que lo incumplan queden señalados por su mal comportamiento: “Es un código blando, pero incumplir ese código blando puede ser muy duro”.

Íñigo de Barrón señaló la necesidad de este documento conjunto recordando que al periodismo “está llegando mucha gente joven, y esta gente tiene que tener muy claro cuáles son las reglas y los principios correctos”, y situando el origen de la situación actual en la crisis de 2008 y en los cambios en la sociedad que produjo el estallido de la burbuja, cambios que afectaron a los medios de comunicación. La segunda crisis, provocada por la pandemia, “ha sido especialmente dura para los medios” y ha traído consigo un afán por monetizar el negocio de la información donde “ha habido gente que ha intentado buscar atajos. Y los atajos siempre son malos, no favorecen la información”.

En su turno, Nemesio Rodríguez puso nombre a alguno de esos atajos: declarando que “Nuestra profesión ha abandonado la disciplina de la verificación, que es una de las normas básicas del periodismo”. Recibir y emitir información verás, recordó, es un mandato que “sólo se puede cumplir desde la ética”. Pero también tuvo palabras para políticas erróneas muy concretas, cuando acusó a administraciones a instituciones de “aprovechar la pandemia para poner serias trabajas al ejercicio del periodismo, en un momento en que lo que buscaban los ciudadanos era información fiable”. Para el presidente de FAPE “el tsunami de desinformación con las vacunas ha sido tremendo, y creo que las Administraciones y los Gobiernos deben aportar más a la lucha contra la desinformación de lo que lo están haciendo”.

Juan Caño, que moderó el coloquio, resaltó que la importancia del documento presentado hoy radica en que “es la primera vez que los profesionales sentamos las bases del buen ejercicio de la información y la comunicación, de su convivencia, su complementariedad y su aportación a la transparencia y la búsqueda de la verdad, valores fundamentales del periodismo”.