El presidente de Telefónica España cerró la tercera jornada de la XXIX edición del Curso de Economía para Periodistas organizado por APIE y el Banco Popular, en una jornada dedicada a la transformación digital de las comunicaciones.
Que la transformación digital está aquí para quedarse es cosa sabida, y que está lejos de detenerse fue lo que dejó claro Luis Miguel Gilpérez, presidente de Telefónica España, durante el almuerzo de prensa con que se cerró la Tercera Jornada del XXIX Curso de Economía para Periodistas que cada año organiza la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), con el apoyo y la colaboración del Banco Popular. Una jornada que previamente contó con la participación de Pedro Peña, Director General del Área de Legal y Regulación de Vodafone España, y de Beatriz Lacave, Principal de Comunicaciones, Medios y Tecnología de Oliver Wyman.
Durante su intervención, Luis Miguel Gilpérez ofreció una catarata de datos que muestran cómo la presencia digital, en lo referente a utilización y consumo de datos, continuará creciendo en los próximos años en todo el mundo, y cómo España es uno de los países que la ha abrazado con mayor entusiasmo, tanto por los índices de penetración como por el número de usuarios. El 47% de los hogares del mundo que está actualmente conectado a Internet y los 7.300 millones de líneas móviles son la plataforma a partir de la cual los servicios digitales se multiplicarán de aquí al final de la década. Para 2020, el vídeo constituirá el 75% del tráfico mundial de datos, los accesorios conectados (“wearables”) subirán de 18 millones a 175 para ese mismo año, y por cada smartphone circularán al mes 18 gigabyes de datos en 2022 frente a los dos actuales.

Un momento del almuerzo de prensa con Luis Miguel Gilpérez, presidente de Telefónica España, con que concluyó la tercera jornada del XXIX Curso de Economía para Periodistas organizado por APIE con la colaboración del Banco Popular.
“Y España es la punta de lanza de todo lo que está sucediendo”, declaró Gilpérez. “El 80 % de los españoles usa Internet, y el 81% está presente en redes sociales”, añadió, junto con el dato de que España es el segundo país del mundo en penetración de Smartphones, sólo superado por Singapur, y el mayor suscriptor de Europa de fibra óptica, con casi dos millones de usuarios. Un marco que justifica, declaró, que cada vez que habla con sus equipos de red se encuentre con que las previsiones de uso tienden a quedarse cortas. Y son unas previsiones que se hacen notar en la propia balanza económica de España: “un aumento de un 10% en la banda ancha genera entre un 1 y un 1,5% de crecimiento del PIB. Contribuimos al crecimiento del país y a la creación de empleo, con 65.000 profesionales trabajando en el sector de las comunicaciones”.
La posición «superdominante» de Telefónica
El entusiasmo del presidente de Telefónica había estado precedido por la intervención de Pedro Peña, director del área Legal y Regulación de Vodafone España, en la que se centró en la importancia de los contenidos para ser competitivos en el mercado digital. Concretamente a los contenidos premium accesibles por la televisión de pago, de los cuales, acusó, Telefónica está haciendo un uso abusivo, sin prestar atención al compromiso que ella misma adquirió con la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

Un momento de la intervención de Pedro Peña, de Vodafone España, en la tercera jornada del XXIX Curso de Economía para Periodistas organizado por APIE con la colaboración del Banco Popular.
Desde los ya lejanos tiempos de Canal + y los operadores de cable, declaró Peña, el mercado de la televisión de pago ha crecido mucho, en buena parte gracias a la entrada de los demás operadores como Vodafone y Orange. “Pero es un mercado en el que todavía la posición de Telefónica es superdominante”, precisó. “Tiene el 88,5% de los ingresos y el 70% de los clientes en los accesos de TV de pago”. Esta situación, añadió, parte de unaexcesiva benevolencia por parte de la CNMC cuando autorizó la fusión de Telefónica con Canal +, uniendo el operador dominante de telefonía con el operador dominante de televisión de pago. Si bien la autorización determinó que ofreciera el 50% de sus canales a otros operadores interesados, y en unas condiciones de precio determinadas, “no lo está cumpliendo de manera rigurosa. A nosotros no nos ha ofrecido la posibilidad de contratar un canal deportivo como Moto GP o Fórmula 1 desde el inicio y por toda la temporada; dijeron que teniamos que haberlo solicitado en junio de 2015, o que tendremos que esperar a julio de 2016”. Actualmente, en Vodafone están intentando revertir la situación y han solicitado un arbitraje sobre la concesión de los derechos, “pero el mal ya está hecho, porque las carreras han empezado ya y para cuando se solucione, habremos perdido unos cuantos miles de clientes”, concluyó Peña.
Los contenidos premium son decisivos a la hora de que un cliente contrate o no TV de pago, añadió Pedro Peña, y dentro de ellos, el fútbol es el rey. “De cada diez usuarios de TV de pago, cuatro tienen fútbol. Es lo único que no tiene sustitutivo, porque las películas o las series siempre se pueden sustituir”. Con todo, a pesar de que se mostró convencido de que la demanda seguirá subiendo, precisó que no cree que vaya a ser para todo el mundo: “habrá gente que quiera sólo un móvil, o que no quiera televisión”.
Operadores digitales, las nuevas reglas
Precisamente la agilidad de las ofertas fue uno de los puntos de la intervención de Beatriz Lacave, Principal de Comunicaciones, Medios y Tecnología de Oliver Wyman, que centró los principales aspectos de la transformación digital de las empresas en las diferencias entre los operadores tradicionales de telecomunicaciones –“fiables y robustos, pero lentos y poco flexibles”– y los operadores digitales nativos, “más ágiles, customizados y rápidos”. Estos nuevos agentes en el mercado digital, añadió, están cambiando las normas de servicios y de relación con el cliente, hasta tal punto que, si no se adaptan, “Los operadores de telecomunicaciones corren el riesgo de quedar como meros proveedores mayoristas de acceso a Internet”.

Un momento de la intervención de Beatriz Lacave, de Oliver Wyman, en la tercera jornada del XXIX Curso de Economía para Periodistas organizado por APIE con la colaboración del Banco Popular.
Los operadores digitales están ganando la batalla a los tradicionales en campos como el ranking de fidelidad y la consideración por parte del consumidor. Atendiendo a la calificación NPS (Net Promoters Score), los operadores digitales tienen un 46% de aceptación frente al 11% de los operadores de telecomunicaciones. Entre los motivos se cuenta una desintermediación creciente entre operador y cliente que facilita las cosas a este último, como es el caso de la futura eSim, la tarjeta SIM virtual que sustituirá a la convencional y que permitirá cambiar de operador en cuestion de segundos. De la misma manera, los operadores digitales ofrecen tarifas y servicios que el cliente puede cambiar a su gusto, frente a las ofertas “más encorsetadas” de los grandes operadores.
“Los operadores tradicionales ponen énfasis en precios y tarifas, y los digitales en la simplicidad y el diseño de la interfaz”, añadió Lacave. “Desconectarse de un oeprador digital es mucho más rápido, basta con un clic; en los tradicionales es más lento y penoso”.

Beatriz Lacave, de Oliver Wyman, Fiona Maharg-Bravo, de la Junta Directiva de APIE, y Pedro Peña, de Vodafone España, en la tercera jornada del XXIX Curso de Economía para Periodistas organizado por APIE con la colaboración del Banco Popular.
La clave, añadió, es si los grandes operadores podrán adaptarse a estos nuevos modelos, un proceso que supone “cambiar por completo el servicio y la interacción con el cliente aprovechando el potencial que nos da la tecnología”. Hay dos vías para ello: transformando el modelo existente en un modelo digital, o creando una startup digital nativa; esta segunda vía tiene la ventaja de que permite captar a los clientes nuevos en el modelo digital y, al mismo tiempo, organizar la migración de los que ya tenían. Si bien los grandes operadores españoles están siguiendo el primer modelo, todos ellos cuentan con una segunda marca -Orange con Amena, Vodafone con Lowi o Telefónica con Tuenti- que operan exclusivamente en la plataforma digital.