El presidente de la Asociación Española de Banca apuesta en el curso APIE-UIMP por la visión a medio plazo para salir de la crisis del Covid

Una crisis es también una oportunidad; puede hundir un árbol, pero al hacerlo también acerca frutos que antes estaban fuera de nuestro alcance. Así lo ha expresado Jose María Roldan, Presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), durante su intervención de hoy en el en el Curso de Economía organizado por la APIE con el patrocinio del BBVA, en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, de Santander, dedicado en esta edición a El sistema financiero en la crisis del COVID 19. Retos y compromisos.

Roldán se ha extendido sobre el símil de los nuevos frutos explicando que una buena planificación y la disposición a emprender profundas reformas son las claves para llegar a ellos. La digitalización o la revolución de la sostenibilidad, que ya estaban ahí, son dos de los campos que sufrirán una fuerte aceleración en el medio plazo, y este medio plazo, ha declarado, es el terreno donde hay que situar los análisis y las expectativas, en vez de limitarlos a las tendencias de los dos últimos trimestres: “tenemos que intentar ver dónde vamos a estar entonces”.

El presidente de la AEB ha hablado de que las circunstancias peculiares de la pandemia han obligado a repensar el manual que hay establecido para tiempos de crisis, gracias a lo cual “los bancos han sido un factor de fortaleza en esta crisis, no un factor de debilidad”. Un ejemplo de ello es el que no se hayan cortado las líneas de crédito, como suele ser habitual en estas circunstancias, ya que “en una situación donde la mayoría de las empresas se encuentran sin ingresos y por tanto sin liquidez, era fundamental hacerles llegar esa liquidez y hacerlo rápido”. Algo que ha sido posible “gracias al excelente funcionamiento de la colaboración público-privada”.

En cuanto a las previsiones futuras, ha añadido Roldán, deberán apoyarse sobre la palanca de los costes, que “en el desafío de la rentabilidad ganan cada vez más peso”, y una de las claves para optimizarlos son sin duda las fusiones, una herramienta, ha explicado, que a lo largo de las últimas décadas ha probado su eficacia en contribuir a la fortaleza del sistema bancario español. El presidente de la AEB se ha mostrado de acuerdo con la política del Banco Central Europeo de no interferir en los procesos y dejar que sean las propias entidades las que tomen las decisiones de fusionarse. Con todo, no cree que en España sean una prioridad, ya que nuestra estructura bancaria es más sólida que la de otros países de la Unión Europea, donde “tienen más necesidad de que el sector se consolide”.