El Gobernador del Banco de España aboga por amplios acuerdos para los Presupuestos Generales en la clausura de la edición 2020 del Curso de Economía organizado por la APIE en la Universidad de Santander

La intervención de Pablo Hernández de Cos, Gobernador del Banco de España, ha clausurado la edición 2020 del Curso de Economía organizado por la APIE con el patrocinio del BBVA, en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, de Santander, que ha tenido como tema central El sistema financiero en la crisis del COVID 19. Retos y compromisos. Una intervención donde no ha dudado en presentar un escenario grave que requiere la adopción de medidas urgentes, empezando por la aprobación de unos Presupuestos Generales del Estado conseguidos por “amplios acuerdos para afrontar la urgente, ambiciosa e integral estrategia de crecimiento que necesita nuestro país”.
Hernández de Cos ha advertido que la pandemia dejará tras de sí una contracción del PIB “sustancial, sin precedentes históricos recientes”, con un déficit público superior al 10% en 2020 y una ratio de 120% en la deuda pública sobre el PIB. Con todo, se ha mostrado positivo sobre las cifras de crecimiento que cabe esperar tras el fin del confinamiento, aunque “se necesitan unos cuantos trimestres de crecimiento robusto” para recuperar el nivel del PIB anterior al Covid. Ese crecimiento deberá ir de la mano de un profundo sistema de reformas que solucionen la actual situación de la recuperación, que calificó de “incompleta, heterogénea y desigual”.
La banca es uno de los terrenos más necesitados de esas reformas, para resolver el problema de su baja rentabilidad. Como posibles soluciones, el Gobernador ha apuntado una inversión en nuevas tecnologías que reduzcan los costes operativos y un enfoque de su negocio crediticio a los segmentos con mayores márgenes. Al igual que el Vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, ha opinado que “alguna consolidación en el sector”, es decir, más fusiones, puede aumentar la resistencia de las entidades y sistema bancario en general.
La morosidad es otro problema cercano, y Hernández de Cos ha admitido que la crisis tendrá “un impacto significativo” sobre la cartera crediticia de las entidades, que se hará notar cuando acaben las moratorias o cuando venza la carencia de los préstamos avalados. Con todo, sobre la magnitud de ese aumento “existe una notable incertidumbre”, aunque el incremento, ha añadido, será más fuerte en las empresas más pequeñas y que operan en los sectores de mayor interacción social. El Banco de España ha calculado que el 70% de las empresas tendrán necesidades de liquidez en los dos últimos meses del año, por el vencimiento de préstamos anteriores a la pandemia. El Gobernador ha estimado que los 140.000 millones del programa global de avales públicos servirán para cubrir “el 75% de las necesidades financieras”, y que el 25% restante deberán cubrirlo los bancos o los activos líquidos de las propias empresas.
La respuesta a corto plazo a la crisis, ha añadido, pasa por adoptar medidas como la prolongación de los ERTE, y por una expansión fiscal que deberá ir acompañada de “una agenda de reformas ambiciosa que afronte los desafíos estructurales de nuestra economía”. Asimismo, ha abogado por “un plan de saneamiento de las cuentas públicas” que deberá implementarse una vez se consolide la recuperación.