El presidente del Banco Sabadell interviene en el curso de la economía de la APIE para descartar cualquier fusión con otra entidad y anunciar recursos sobre la eliminación de las cláusulas suelo

Continuar viviendo en lo que definió como “un mundo feliz” parece ser el objetivo principal de Josep Oliu y la entidad que preside, el Banco Sabadell. Durante su intervención en el curso de economía que organiza la APIE en la Universidad Menéndez Pelayo de Santander, presentó los resultados de un plan de trabajo que les ha permitido, según declaró, ir capeando los efectos de la crisis -con un aumento en sus beneficios de 372 millones en 2014 a 708 millones en 2015-, y apostar por una migración al entorno digital que les convierta “de un banco de oficinas a un banco ubicuo”. Un plan donde, según declaró, no están previstas fusiones con ninguna otra entidad -en referencia expresa al Popular- ni adquisiciones de nuevas empresas, ya que “lo importante es centrarse en reforzar las capacidades internas”.

Oliu enumeró siete retos a los que se enfrenta actualmente el panorama bancario, seis de carácter económico y uno social. Los seis primeros serían la contracción de márgenes como consecuencia de los bajos tipos de interés; la rentabilidad, la solvencia, la morosidad -provocada en España por la burbuja inmobiliaria–, un marco regulatorio cambiante y todavía no plenamente establecido –“aún hay muchas cosas que no sabemos dónde van a acabar”, y la transformación digital. En cuanto al séptimo, consiste en la necesidad y los retos éticos que se plantea la banca de cara al futuro.

Josep Oliu, presidente del Banco Sabadell, durante su intervención en el curso de verano organizado por APIE en la Universidad Menéndez Pelayo de Santander.

Josep Oliu, presidente del Banco Sabadell, durante su intervención en el curso de verano organizado por APIE en la Universidad Menéndez Pelayo de Santander.

El presidente del Sabadell alertó sobre los factores que están reduciendo la tasa de rentabilidad de los bancos, y que han dejado sus rendimientos en 2015 en un 5,6%, porcentaje que ha calificado de insuficiente “porque no llegan a cubrir el coste del capital”. Aunque anunció su objetivo de llegar al 10%, declaró también que “con la situación actual es complicado”. Entre los motivos que lo hacen tan complicado, mencionó el aumento de la regulación “que ha hecho subir los costes de una manera brutal”.

La creciente tendencia digital

En el apartado de la transformación digital, Oliu se mostró completamente abierto a adoptar todas las innovaciones que puedan mejorar el trato entre la banca y sus clientes. Tras despachar a las fintech definiéndolas como “cosas pequeñitas que hacen cosas y se pueden llevar parte del negocio”, habló de su apuesta en firme por las nuevas tecnologías, enumerando innovaciones como “una aplicación que nos permirá hacer todos los pasos de contratación con un cliente con un iPad en su casa o en cualquier lugar. Hemos repartido 3.500 iPads entre nuestros gestores. Gracias a ello, hemos descentralizado por completo nuestros servicios bancarios”. La clave, comentó, no está en el cierre de oficinas, sino en la evolución del modelo de negocio y de la relación con el cliente. “Tenemos 2,2 millones de clientes digitales, y 1,3 que sólo operan con el móvil; estos han crecido más del 25% en el último año”. La apuesta por el mundo digital, añadió, no se queda sólo en el servicio al cliente: “la mayor parte de los datos del banco están en la nube, lo que permitió que operaciones como la absorción de la CAM se pudieran realizar de manera mucho menos complicada”, declaró.

El presidente del Sabadell se manifestó también decidido a dar la batalla por las cláusulas suelo, cuyas sentencias “vamos a recurrir todo lo que sea posible”, al no compartir los motivos de muchas de las acusaciones, como la falta de transparencia, y ha recordado que han llegado a acuerdos con una tercera parte de sus clientes para ofrecerles hipotecas de tipo fijo.

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