El presidente de SGR-CESGAR reivindica el papel de las Sociedades de Garantía Recíproca a la hora de allanar el camino al crédito bancario para las pymes en un desayuno de prensa organizado por APIE.

Resulta cuando menos paradójico que las empresas que más empleo están creando en España sean las que tienen menos posibilidades de acceso al crédito. Así lo ha expresado José Rolando Álvarez, presidente de SGR-CESGAR, en un desayuno de prensa organizado por APIE en el que las Sociedades de Garantía Recíproca, reconocidas y ampliamente utilizadas en otros países europeos, han querido darse a conocer como una manera de allanar el camino para que pymes y autónomos consigan la financiación necesaria con la que poner en marcha su negocio.

“No se recurre más a nosotros porque no nos conocen”. Precisamente por ello Álvarez ha desarrollado una rueda de prensa de marcado carácter didáctico, centrada en buena parte en explicar quiénes son y qué hacen: “Las Sociedades de Garantía Recíproca somos entidades sin ánimo de lucro, compuestas en la inmensa mayoría por las empresas a las que facilitamos el crédito. En este momento son socios nuestros más de 100.000 pymes en España, que con su aportación nos ayudan a conseguir solvencia”. Su trabajo, aclara, no es conceder créditos; es facilitar el camino a sus socios para conseguirlo, asesorándoles sobre sus proyectos y avalándolos frente a las entidades bancarias. Y tienen éxito: Josep Lores, vicepresidente de SGR-CESGAR, estima que conceden el 60 por ciento de los avales que les solicitan; y de ese porcentaje, ocho de cada diez logran financiación para sus proyectos, según el último Boletín del Banco de España. José Rolando Álvarez estima sin dudarlo que “el 70 por ciento de las operaciones que nosotros hacemos no hubieran obtenido el crédito de manera directa en un banco”.

De izquierda a derecha, Josep Lores y José Rolando Álvarez, vicepresidente y presidente de SCR-CESGAR, y Andrés Dulanto Scott, de la Junta Directiva de APIE, en un momento del desayuno de prensa.

De izquierda a derecha, Josep Lores y José Rolando Álvarez, vicepresidente y presidente de SCR-CESGAR, y Andrés Dulanto Scott, de la Junta Directiva de APIE, en un momento del desayuno de prensa.

Estos porcentajes tan elevados se explican, según Álvarez, porque las Sociedades de Garantía están compuestas precisamente por empresarios, que conocen las necesidades del sector y los mecanismos para presentar una solicitud sólida. En su opinión “Los bancos no entienden un proyecto empresarial. De las 32.000 oficinas bancarias que hay en España, la mayoría están pensadas para atender a clientes individuales y familiares, pero yo diría, y no creo ser muy exagerado, que apenas 500 de esas sucursales están preparadas para atender las necesidades empresariales”.

Planes de crecimiento

La labor de las SGR comienza con el asesoramiento de los proyectos que les presentan, contemplando su viabilidad y aconsejándoles sobre aspectos como el importe a solicitar a la entidad bancaria, o el plazo de pago más conveniente. La media de préstamos que avalan es de 90.000 euros, aunque, según Lores, “podemos avalar importes de hasta un millón de euros, si bien no es nuestro mercado natural”. La media de interés, aseguran, ronda el 4,5 por ciento, incluyendo su coste de aval, frente al 7 u 8 por ciento que sería habitual, “al eliminar el riesgo del aval”.

Tras notables descensos en los años precedentes, en 2014 las Sociedades de Garantía Recíproca contribuyeron a facilitar créditos por valor de 960 millones de euros; aunque se quedaron a poca distancia de los mil millones, es una cifra que esperan rebasar este año ya que, como indicó Josep Lores, “tenemos margen para crecer”. Actualmente, el 92 por ciento de las empresas que acuden a ellos tienen menos de cincuenta empleados; una tercera parte les contacta directamente, y los otros dos tercios, a través de las propias entidades a las que piden la financiación.

“Tenemos la ventanilla del crédito abierta, y queremos que cada pyme sepa que tiene cerca una SGR a la que acudir”, declara Álvarez sobre sus planes para el futuro. El plan estratégico del sector de Sociedades busca un crecimiento del 50 por ciento del riesgo formalizado hasta alcanzar los 1.400 millones de euros en 2015, y ayudar a 25.000 pymes más al año. En el primer trimestre del año declaran haber registrado un avance del 22 por ciento en el importe formalizado, y ese mayor interés es, a su juicio, una muestra de la mejora general de la economía. Sin embargo, aunque el crédito se despierte, los bancos, declara José Rolando Álvarez, siguen mostrándose reticentes a abrirlo al sector de la pequeña empresa, que es el que más ha sufrido la crisis y el que carga tradicionalmente con el peso de la creación de empleo. Por eso, declara, “que el crédito vuelva a las pymes es una cuestión de justicia social”.

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