Expertos reunidos por la APIE consideran que estamos en un periodo de desaceleración controlada y advierten de la necesidad de fuertes reformas estructurales

De izquierda a derecha, Antonio Madera del Pozo, de Axesor Rating; Javier Rouillet, de DBRS, y Roberto Scholtes, de UBS, los ponentes de la tercera jornada del XXXII Curso de Economía organizado por APIE.
Desaceleración, sí; recesión, no. Y la necesidad de emprender unas reformas para paliar el paro que van mucho más allá del ámbito económico. Estas fueron algunas de las conclusiones en la mesa redonda sobre Desaceleración de la economía celebrada durante la tercera jornada del XXXII Curso de Economía para periodista organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), y que contó con la participación de Roberto Scholtes, Director de Estrategia de UBS, Antonio Madera del Pozo, Head of Sovereign & Sub-sovereign de Axesor Ratings y Javier Rouillet, vicepresidente de Global Sovereign Ratings Team de DBRS, junto con Amparo Estrada, Vicepresidenta de la APIE, que actuó como moderadora.
Los tres expertos descartaron las posibilidades de una recesión, aunque sí coincidieron en señalar que estamos inmersos en un proceso de desaceleración económica “controlada, producto de la propia madurez del ciclo”, según declaró Antonio Madera del Pozo. “Vivimos un periodo de crecimiento global, la economía americana ha vivido su periodo expansivo más largo, y ahora empiezan a sonar los los tambores de guerra de una posible desaceleración”. Para Javier Rouillet, esta desaceleración también se ha visto influída por la inestabilidad política, que ha impedido “nuevas reformas estructurales que permitan una reducción del déficit más ambiciosa”, pero es un campo donde España no se vé tan afectada como otros países europeos por el importante peso que siguen teniendo aquí los partidos de centro.

Robert Scholtes, Director de Estrategia de UBS, durante su intervención en la tercera jornada del XXXII Curso de Economía organizado por APIE.
Entre los factores que contribuyen a esta desaceleración, Roberto Scholtes declaró que “los bancos centrales se enfrentan a un crecimiento potencial que se frena, a una enorme cantidad de deuda y al descontento de la población, que no está bien equipada para manejarse en el mundo actual”, y señaló la deuda externa como el principal punto débil de las economías, incluida la española, donde ronda el 80% del PIB.

Antonio Madera del Pozo, Head of Sovereign & Sub-sovereign de Axesor Rating, durante su intervención en la tercera jornada del XXXII Curso de Economía organizado por APIE.
Matizando sobre los índices de crecimiento, Antonio Madera del Pozo indicó que, mientras que en los últimos años el mundo ha crecido un 45%, Europa sólo lo ha hecho un 8% y, si bien las empresas españolas ganaron en competitividad frente al exterior, “el problema es que, más que internacionalizarnos, nos europeizamos; por eso nos están afectando los problemas de la industria europea”, declaró, apuntando a la necesidad de aumentar esa internacionalización hacia otras zonas del mundo. El escaso tamaño medio de las empresas españolas supone otro problema, indicó Scholtes, y facilitar su crecimiento permitiría ganar mucha productividad sin reducir los salarios.
Los participantes en el coloquio incidieron en las complicaciones que, salvo que se tomen medidas de calado, supondrán un problema creciente a medio y largo plazo; una de ellas es el paro estructural que afecta a un millón y medio de trabajadores que “tienen muy complicada su incorporación al mercado laboral”, según Roberto Scholtes. Atender las necesidades de este colectivo, junto con el previsible envejecimiento de la población, supondrá una carga creciente para el Estado, que deberá enfrentarse a un número cada vez mayor de familias necesitadas de asistencia y con una capacidad de consumo muy reducida.

Javier Rouillet, vicepresidente de Global Sovereign Rates de DBRS, durante su intervención en la tercera jornada del XXXII Curso de Economía organizado por APIE.
Y las medidas a tomar trascienden lo económico: Javier Jouillet recordó que España “ha sufrido una gran inestabilidad política en los últimos años, y sin embargo la economía lo ha digerido bien”, pero el verdadero riesgo añadió, “es la inacción, el no afrontar los riesgos de manera ambiciosa y contundente”. Los expertos de la mesa señalaron entre esos riesgos la necesidad de cambiar el modelo educativo para adecuarlo a las necesidades del nuevo mercado laboral. Scholtes declaró que actualmente hay un gran número de puestos en el área tecnológica que se quedan sin cubrir por falta de trabajadores con el perfil adecuado, y Madera del Pozo puso el ejemplo de las matemáticas, que de ser una carrera sin apenas salidas profesionales ha pasado en pocos años a ser una de las más demandadas.
Preguntados sobre una posible derogación de la reforma laboral por el nuevo Gobierno, los participantes opinaron que los cambios se producirán más bien en aspectos puntuales, y descartaron la eventualidad de una posible repetición de las elecciones. Todos coincidieron en que el escenario más probable es un gobierno en solitario del PSOE, con apoyo puntual de Podemos y del PNV, y recursos esporádicos de los regionalistas.