Luis Miguel Gilpérez anuncia la sustitución de toda la red de cobre en España y valora el acuerdo con Vodafone como un paso importante en la digitalización de la sociedad
La evolución del negocio de las telecomunicaciones se hizo más que evidente en uno de los datos que Luis Miguel Gilpérez, presidente de Telefónica España, presentó durante el almuerzo de prensa con el que se cerró la cuarta jornada del XXX Curso de Economía para Periodistas organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica con el patrocinio del Banco Popular: “hace trece años, Telefónica tenía un perfil donde el cien por cien de sus ingresos venían de servicios regulados, tradicionales: hoy esos ingresos representan sólo la tercera parte del total”.
Es sabido que el mundo digital cambia a toda velocidad, y tal y como quedó claro en el debate entre los demás principales operadores que precedio al almuerzo, cambiará aún más profundamente en los próximos años. Por eso, Gilpérez centró buena parte de su presentación en presentar a su empresa como perfectamente preparada para hacer frente a lo que llegue. Datos, servicios TI y, por supuesto, la televisión ocuparon la mayor parte del díalogo.
Adiós al cobre
El soporte principal de esos nuevos servicios es la ampliación de la red de fibra óptica, que el presidente de Telefónica resumió en tres palabras: “fibra, fibra y fibra. Hasta que cubramos todos los lugares de este país donde tenemos instalación de cobre”. Sobre este tema, Luis Miguel Gilpérez descartó que el reciente acuerdo con Vodafone para compartir su red de fibra haya tenido ninguna relación con este anuncio en el sentido de darles una mayor capacidad económica para completar la red; si bien “todo ayuda, evidentemente”, insistio en que el plan era anterior y el acuerdo no ha influido en él. “Nuestro plan es desplegar fibra donde hay cobre. No hay más; donde hay un cobre, habra una fibra”. Del mismo modo, desmintió la existencia de contactos con Orange para un acuerdo similar; si bien el acuerdo con Vodafone no es exclusivo y “nada impide que sea exportable, en estos momentos no tenemos ningún acuerdo con Orange”.
Aunque no quiso entrar en detalles sobre el acuerdo con Vodafone, Gilpérez declaró que en el momento actual tiene más sentido alcanzar un acuerdo entre compañías que permita destinar las inversiones a la creación de servicio y la digitalización de la sociedad, que dilapidar recursos centrándose en la construcción de estructuras en paralelo. Y también ha manifestado su decisión de apagar la red de cobre cuando se complete la sustitución por la fibra óptica.
¿Eliminar la publicidad?
Sobre la evolución de su canal televisivo, ha anunciado la intención de “no ser un videoclub”, sino de tener identidad propia mediante la exclusividad y la producción de contenidos, cuya inversión, especificó, alcanza los 100 millones de euros entre el mantenimiento del canal #0 y la producción de series propias. Gilpérez descartó tanto la inclusión de informativos en la televisión –“otra cosa es que demos productos que ofrecen información”– como su interés en aumentar los ingresos en publicidad, ya que, manifestó, “no es un componente básico, ni pretendemos competir con los canales en abierto en la tarta publicitaria. No me interesa facturar un diez por ciento más, si a cambio empeoro la experiencia de uso del cliente con más interrupciones”. Incluso no descartó la posibilidad de eliminar por completo la publicidad de la plataforma televisiva.
El presidente de Telefónica también anunció innovaciones destinadas a ofrecer un mejor servicio al usuario, como un nuevo interfaz que hará el servicio de televisión accesible en todos los dispositivos del hogar, y que estará desplegado “antes del mes de junio”, o un análisis de los datos para aumentar la eficiencia de la atención al cliente, mediante el cual el cambio de operador o la resolución de averias reducirían su tiempo de respuesta en un mínimo de un 50%.
No quiso despedirse de la prensa Luis Miguel Gilpérez sin hacer hincapié en uno de los temas de los que “no podemos olvidarnos” como es la piratería de contenidos, de la que dijo que “es una lacra en este país. No podemos seguir pensando que los contenidos son gratis y que se descargan de Internet sin ningún coste. Si no trabajamos en este campo entre los creadores de los derechos, los distribuidores, que somos nosotros y, por supuesto, el Gobierno, la ecuación no sale. Es un tema cultural: descargarse un contenido gratis no es lícito. El contenido cuesta”.
ENLACES DIRECTOS