La CEOE presenta su informe sobre el sector industrial español y pide un Pacto de Estado para aumentar su competitividad, en un acto organizado conjuntamente con APIE
Con 2,3 millones de empleos en su sector y el 14% del PIB, la industria es uno de los principales motores que impulsan la economía española; sin embargo, es necesario alcanzar un Pacto de Estado para garantizar su competitividad y su peso específico en los próximos años. Estas han sido algunas de las conclusiones de la presentación del informe elaborado por la CEOE La industria, motor de crecimiento: análisis y recomendaciones, en un acto organizado conjuntamente con la Asociación de Periodistas de Información Económica. La presentación ha corrido a cargo de Guillermo Ulacia, presidente de la Comisión de Industria y Energía de la CEOE, junto con Bernardo Aguilera, de la Comisión de Economía, y de Amparo Estrada, de la Junta Directiva de APIE, que actuó como moderadora.
“Todos los estudios vienen a decir que si se quiere mantener un PIB per capita de forma sostenida a lo largo del tiempo, la industria es un elemento importantísimo”, declaró Ulacia durante la presentación. “Necesitamos el renacimiento de una política industrial por los beneficios que la industria genera en otros sectores, y por la menor ciclicidad que ofrece cuando se trabaja en un mercado de incertidumbre y alta volatibilidad”.
Prepararse para los retos
El informe de la CEOE ofrece un resumen de la situación del tejido industrial español que lo sitúa en una buena situación para afrontar ese renacimiento. La crisis redujo su aportación al PIB al 13,2% entre 2009 y 2012, pero ha conseguido recuperarse hasta alcanzar el 14% actual. Sus 2,3 millones de trabajadores suponen el 12,5% del total de población activa, y sus porcentajes de empleados con jornada completa -94,5%- y con contrato indefinido -78,7%- superan la media del resto de sectores. Guillermo Ulacia mencionó el objetivo de alcanzar el 20% del PIB en 2020, si bien reconoció que “a día de hoy va a resultar difícil de conseguir”. La deslocalización de la producción y la externalización de servicios estarían, por otra parte, entre los factores que han contribuido a que la industria tenga un menor peso específico en los próximos años.
El Pacto de Estado solicitado por la CEOE durante la presentación del informe sería, según declararon, imprescindible para preparar al sector industrial para los retos que vienen o han venido ya, como el desarrollo de infraestructuras y medidas regulatorias que aumenten las capacidades del transporte, la mayor internacionalización de las empresas implantadas en España, el estímulo de la inversión en I+D, digitalización y formación, la promoción de una política fiscal coordinada entre el Estado y las Autonomías, y el cuidado de que la legislación en materia de cambio climático no desemboque en una pérdida de ventaja competitiva: “Los criterios ambientales deben ser únicos y homogéneos en todo el mercado nacional”. Ulacia también solicitó que se considere la definición de un precio específico de la energía para el sector industrial, como se está haciendo ya en otros países: “Europa tiene de media un coste energético un 20% superior al de Estados Unidos, lo que nos genera una desventaja competitiva”.
Los agentes del Pacto deberían incluir no sólo al sector empresarial, sino también a trabajadores, sindicatos, administraciones públicas y, muy especialmente, partidos políticos. En este sentido, Bernardo Aguilera se declaró optimista a pesar de que la gran cantidad de materias implicadas en el acuerdo complicarían su resolución: “Sí nos gustaría que el Pacto de Estado diseñara unas políticas donde nos encontráramos cómodos todos y que se mantengan”. Guillermo Ulacia apuntó que la participación entre Gobierno, organizaciones empresariales y sectores competitivos “está siendo mucho más enriquecida en este marco estratégico que en los anteriores”.