El Ministro de Economía defiende el rescate y la compra del Banco Popular en su intervención en el curso de verano de la Asociación de Periodistas de Información Económica

La intervención de Luis de Guindos en el curso de economía organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica en la Universidad Menéndez Pelayo de Santander tuvo dos partes bien diferenciadas: su exposición, centrada en una sucesión de datos que remachaban su discurso de crecimiento, y el turno de preguntas, donde la venta del Banco Popular ocupó la mayor parte del tiempo, con alguna cuestión sobre su comparecencia en el juicio de Bankia y el informe presentado el pasado viernes por el Banco de España con sus espinosas conclusiones sobre el rescate bancario.

Un rescate inevitable

Fue este último tema el que dio pie a la declaración más contundente del Ministro de Economía: el rescate fue el mal menor de todos los posibles en aquellas circunstancias, y gracias a él las entidades rescatadas han devuelto 9.000 millones de euros hasta la fecha, mientras que, de no haberse producido, ni siquiera se habría podido recuperar esa cantidad. Y no se quedó ahí: “Estoy completamente convencido de que la recesión no hubiera supuesto una caída del PIB del 9%”, declaró, recordando el ambiente de desconfianza hacia España que existía en los años del rescate. “La recesión podría haber sido del doble, y la destrucción de empleo más allá de la que ya hemos tenido”. Y concluyó: “De no haber habido rescate bancario, creo que España hubiera salido del euro”.

Luis de Guindos, Ministro de Economía, Industria y Competitividad, a su llegada al curso de economía organizado por APIE en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, acompañado por el rector César Nombela, y Gema Igual, alcaldesa de Santander.

De Guindos recordó que ya en el año 2012 a él le gustaba decir que se movía en el mundo del mal menor, y esta fue su política para explicar tanto el rescate de las cajas como la compra del Banco Popular, un hecho que calificó repetidas veces como “muy triste”, pero que, añadió, ha permitido que ningún depositante haya sufrido pérdidas. La compra por el Santander fue preferible a un concurso de acreedores que, según confirmó, “ya estaba preparado”. El ministro relacionó el fin del banco con el creciente espíritu de desconfianza que se apoderó de su clientela, y se apoyó en los datos recibidos del Banco de España “que me decían que no sólo hubo retirada de depósitos mayoristas. también muchísimas de minoristas, y esto tenía que ver con la situación que se vivía con el propio banco”. El Popular, añadió De Guindos, facilitó toda la información que debía, pero “fue la evolución de la acción lo que generó una situación de alarma que llevó a una retirada de depositantes”.

Sin necesidad de autocrítica

El Ministro de Economía desestimó también que fuera necesario un proceso de autocrítica por parte del Gobierno para evitar que pueda repetirse una situación parecida, ya que “Ni el Gobierno ni el Ministerio de Economía son los supervisores de la situación del Banco Popular”. Siguiendo esa línea, negó haber jugado ningún papel en el proceso de venta que pasara del de mero espectador: “Supe que había una oferta en firme del Santander cuando me llamaron a las tres o las cuatro de la mañana y me dijeron que se había abierto el sobre ante notario. Me quedé bastante tranquilo; eso sí, no me volví a dormir”. Con todo, no pudo evitar relacionar el éxito de la operación con el crecimiento y recuperación de la economía española, que crearon las condiciones para facilitarlo: “Si hubiéramos estado en 2012, no les quepa duda de que no habría habido comprador para un banco como el Popular”.

Luis de Guindos, Ministro de Economía, Industria y Competitividad, durante su intervención en el curso de economía organizado por APIE en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander.

Preguntado por su comparencia en el juicio de Bankia, Luis de Guindos declaró que “Yo estoy a lo que digan los tribunales”, aunque hizo hincapié en el dato constatable de que “yo no era ministro de economía cuando Bankia salió a Bolsa”.

Previamente, en su intervención, Luis de Guindos presentó un panorama económico donde la recuperación estaba consolidada incluso por encima de algunas expectativas, como el crecimiento del segundo trimeste que situó entre el 3,5% y el 4%, basado en un fuerte incremento de las exportaciones y un incremento moderado en el consumo. No lo limitó a España ya que, declaró, Europa lleva seis trimestres creciendo por encima de Estados Unidos, “y ello a pesar del riesgos importantes como el brexit, que es el principal desafío de la Unión Europea en los próximos años”. Con todo, se mostró optimista gracias a la continuidad de líderes como Merkel en Alemania, o el surgimiento de Macron en Francia, que auguran un trabajo en común productivo “después de la amenaza del populismo”.

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