Discurso pronunciado el 1 de diciembre en el Club Financiero Génova de Madrid, por Íñigo de Barrón Arniches, presidente de la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE)
Buenas noches, muchas gracias señora ministra, autoridades, y a todos los invitados por venir al acto más importante para la Asociación de Periodistas de Información Económica, la APIE, la entrega de los Premios Tinteros y Secantes.
Pasan los años de crisis, pero el periodismo mantiene unos problemas endémicos: el paro, la precariedad laboral, la mala retribución, la falta de prestigio social de la profesión, las dudas sobre el futuro por la adaptación a la digitalización, así como la escasa solvencia de los medios y, por lo tanto, la falta de independencia política o económica. Esta situación ha llevado, en ocasiones, a una caída de la calidad de nuestro trabajo, sometido a la presión de la inmediatez por la irrupción del fenómeno digital, al tiempo que ha descendido el número de periodistas en activo.
«No es fácil para los periodistas resistir a las presiones de los grandes grupos privados o públicos»
Trabajamos en un ambiente complejo en el que no se hace fácil resistir a las presiones de los grandes grupos privados o públicos. Según el Informe Anual de la Profesión Periodística, realizado por la APM en 2015, el 77% de los periodistas ha recibido presiones, y en casi todos los casos cedieron a estas influencias. Estas presiones sobre el periodista provienen tanto de los poderes políticos como de los económicos. Sería muy interesante que existiera un dique entre los consejos de administración de los Medios y las redacciones, pero no siempre es así.
Una difícil coyuntura para la prensa
La coyuntura de la prensa hoy se describe bien con algunas cifras significativas. Según los últimos datos publicados por el Observatorio del Empleo de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (la FAPE), desde 2008 se ha despedido a más de 12.200 profesionales tras sucesivos EREs, ajustes de plantilla, bajas incentivadas, tanto en pequeños como en grandes medios nacionales. Los periodistas que se han quedado en las redacciones, no están en ningún paraíso: Entre 2010 y 2015 el salario base medio del convenio ha caído un 17%, según la Federación.
«Las condiciones que las empresas ofrecen a los periodistas autónomos rozan en muchas ocasiones la explotación»
Sobre la precariedad laboral, otro botón de muestra: el 25% de los profesionales son hoy autónomos, pero, y esto es lo más grave, el 65% está convencido de que el futuro del periodismo pasa por esa condición laboral. Por esta razón, es primordial luchar para que las condiciones ofrecidas por las empresas a estos periodistas autónomos sean justas y dignas, ya que en muchas ocasiones rozan la explotación.
En este panorama oscuro, los periodistas hemos puesto algo de nuestra parte por esa falta de solidaridad, de afiliación a sindicatos profesionales (no llega al 21%) o a asociaciones que nos pueden defender.
Los principios básicos de la profesión
En este terreno de juego, a veces embarrado, es en el que tenemos que manejarnos. Pero en la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), creemos que no todo es negativo, no es la primera vez que es difícil ejercer el periodismo, no perdemos las ganas de seguir peleando para mejorar la profesión y las condiciones de trabajo, así como nuestra autoexigencia para seguir con los principios básicos de la profesión: rigor, honestidad, profesionalidad, responsabilidad social y búsqueda de la veracidad informativa.

Iñigo de Barrón, presidente de APIE, en su discurso de presentación de los Premios Tintero y Secante 2016.
Como Asociación intentamos poner nuestro granito de arena en facilitar la formación, conscientes de que los jóvenes que se incorporan a este oficio cuentan con pocas posibilidades de recibir la necesaria preparación para cubrir cualquier campo, pero más en el ámbito económico. La falta de conocimientos lleva a cometer errores que nos desprestigian y que, al final, perjudican al periodista y a su trabajo. En este sentido, hemos elevado el número de desayunos y cursos organizados con directivos o profesores que creemos que pueden dar luz en un entorno cambiante, como es el de la economía española y su adaptación a la Unión Europea.
«Es fundamental que las empresas se sometan al escrutinio de los medios, a través de entrevistas, ruedas de prensa o cualquier otra forma de comparecencia»
Por otro lado, en la APIE también creemos que una función del periodismo es ejercer el contrapoder, vigilar al poder, una labor básica en una sociedad democrática. Para realizar esta tarea, es fundamental que las empresas se sometan al escrutinio de los medios, bien sea a través de entrevistas, ruedas de prensa o cualquier otra forma de comparecencia pública.
En la Asociación creemos que parte de esa Responsabilidad Social Corporativa de la que tantas empresas alardean, debe ser la explicación de su labor ante la sociedad a través de los medios. Esta transparencia, relativamente frecuente en las sociedades anglosajonas, no siempre se está dando en nuestro país. Las compañías no deberían olvidar que hoy el cliente, el usuario y la sociedad en general, demanda más información y exige más responsabilidad a los gestores. El nivel de exigencia ética ha subido enteros.
Grandes empresas sin transparencia
Para evitar hablar sin datos, hemos realizado una encuesta entre las 50 principales empresas de España, en donde están las 35 del Ibex, así como otras de gran relevancia económica y todos los bancos supervisados por el Banco Central Europeo. Las conclusiones son que, de las cinco primeras por valor bursátil, el llamado IBEX 5, tres están entre las que menos contactos mantienen con los medios de todas las analizadas. Si ampliamos el foco hasta las 10 principales nos encontramos con que 7 tienen una relación escasa, con una ausencia casi completa de los presidentes en ruedas de prensa anuales donde se les puedan hacer preguntas sin límite de tiempo. No hay que olvidar que estamos hablando de las más grandes compañías, (tecnológica, energéticas, de distribución…), las que deberían marcar la tendencia de las demás.
«Tres de las cinco primeras empresas del IBEX 35 están entre las que menos contacto mantienen con los medios»
El estudio es verdaderamente desalentador si lo vemos como un barómetro del compromiso de transparencia de aquellos ejecutivos que gozan de gran relevancia social, organizaciones importantes con un buen número de clientes y empleados, importantes remuneraciones y, sin embargo, hasta el momento, no consideran que deben someterse a las preguntas de los medios y, en definitiva, al examen social.
Estas últimas semanas, como alguno de vosotros sabréis, hemos enviado cartas a los seis grandes bancos para pedirles que no se solapen en sus ruedas de prensa de resultados en los mismos días para así poder analizar la compleja información con más tiempo y precisión. Esperamos que en las presentaciones anuales de 2016, no coincidan unos con otros como tampoco antes lo hacían, y eso que había más bancos.
Hemos de decir, en honor a la verdad, que este estudio también ha servido para comprobar que las entidades financieras son un ejemplo en el campo de las comparecencias públicas respecto a las más grandes empresas españolas. Es verdad que no todos los bancos son iguales y debemos resaltar que las entidades procedentes de las antiguas cajas de ahorros, con alguna excepción, están lejos de los niveles de transparencia de sus mayores. Sin embargo, creo que no nos equivocamos al decir que el sector financiero ha ganado en transparencia informativa al energético, al de distribución y a las telecomunicaciones.
Del Secante al Tintero
El acto de hoy es esto, destacar quien ha sido más o menos transparente a juicio de los socios de la APIE y los que no lo han sido. A los Tinteros les felicitamos porque nos han facilitado nuestro trabajo y porque creemos que han cumplido con esa labor de explicar sus actuaciones ante la sociedad. A los Secantes les pedimos que dejen de serlo, que entiendan que el contacto con los medios es obligado para conocer sus políticas, las decisiones empresariales o las medidas relevantes, que son frecuentes en tiempos convulsos como los actuales. Y la Administración Pública debería ser un ejemplo en este campo por razones obvias.
«Esperamos que cada año se vayan alejando los nubarrones que todavía enturbian el horizonte de nuestra profesión»
Digitales o analógicos, en la APIE creemos que la forma de seguir desarrollando nuestro trabajo es con rigor, credibilidad y confirmando los datos con las fuentes. Para todo esto necesitamos la accesibilidad a las empresas y a los poderes públicos. Esperamos que cada año sea más sencillo y que se vayan alejando los nubarrones que todavía enturbian el horizonte de nuestra profesión.
El paro ha sido el gran problema de la crisis que arrancó en 2008. El paro sigue siendo la fuente de desigualdad y de otros graves problemas que padece la sociedad española. Los ciudadanos demandan explicaciones sobre las medidas que toman los poderes públicos para atajar este problema. Por eso, los socios de la APIE consideran que la ministra de Empleo anterior y la actual, que es la misma, Fátima Báñez, debe tener un papel más cercano, accesible, asequible, abordable, para explicar lo que se está haciendo en esta trascendental materia. Ojalá en el futuro sea así y Fátima Báñez sea elegida premio Tintero en otra ocasión. En 2016, por el momento, se le ha concedido el Secante.