El presidente de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia anuncia nuevos tipos de sanciones y lamenta la falta de cooperación del Gobierno

Lo que se ha hecho está bien, pero aún se puede hacer mucho más. Jose María Marín Quemada, presidente de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), aprovechó su intervención en el curso de economía organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) en la Universidad Menéndez Pelayo de Santander para presentar las cifras del último ejercicio, anunciar nuevas medidas y lamentar la falta de cooperación del Gobierno, al que acusó de haber sido “incapaz” de apoyar la política de captación y retención de talento dentro del organismo.

Catorce carteles desmantelados a lo largo de 2015 y 550 millones en sanciones son, para Marín Quemada, un resultado que demuestra que el modelo de la Comisión, después de tres años de existencia, está asentado. Y continuará estándolo, declaró, a pesar de los obstáculos de este gobierno o del que venga tras las elecciones ya que, “nosotros no trabajamos para el Gobierno, sino para el Estado”. Entre sus nuevas armas está la sanción a los directivos de las empresas que hayan incurrido en malas prácticas, con un tope de 60.000 euros, y que el presidente de la CNMC no considera “una sanción económica, sino un recordatorio de la necesidad de cumplir las reglas”, además de exponer a los ciudadanos el nombre de los responsables. El siguiente paso, añadió, será imponer como sanción la imposibilidad de presentarse a concursos públicos.

Un clamor de las empresas

Marín Quemada se mostró convencido en su intervención de que “vamos a hacer cada vez más”, ya que su labor responde a “un clamor de todos ustedes, un clamor de las empresas que por no estar en el cártel han tenido que cerrar, de las empresas que por no poder ver a quien tenían que ver estaban destinadas a quedarse reducidas en pequeñas empresas de provincias”. Una labor que definió como “limitar la responsabilidad del poder político, y eliminar la influencia de las grandes compañías en las decisiones que afectan el interés general. Se acabó que determinadas enmiendas en las leyes lleven el nombre de empresas”.

Jose María Marín Quemada, presidente de la CNMC, durante su intervención en el curso de verano organizado por APIE en la Universidad Menéndez Pelayo de Santander.

Jose María Marín Quemada, presidente de la CNMC, durante su intervención en el curso de verano organizado por APIE en la Universidad Menéndez Pelayo de Santander.

Como es habitual, no se mordió la lengua el presidente de la CNMC a la hora de señalar áreas concretas en las que han intervenido o que preocupan especialmente a la comisión por un índice de competencia reducido, como es el caso de las empresas de telecomunicaciones –“hubo cinco, luego cuatro, y ahora hay tres. Y los precios estan subiendo”– o el mercado televisivo en abierto donde hay un duopolio que nació por decisiones del Consejo de Ministros, no del Gobierno actual, pero que ha dado como resultado “una concetración de la publicidad que determina los precios a los anunciantes”. También anunció para dentro de unas semanas la presentación de un informe, encargado por el Gobierno, sobre las comisiones de los cajeros automáticos.

Nuevas líneas de negocio

Marín Quemada aprovechó también para señalar que el futuro traerá cambios en la competencia como consecuencia del crecimiento de la economía digital, y que la labor de la CNMC es señalar esos cambios y advertir de la necesidad de adaptarse. “En algunas ciudades del mundo el gesto de levantar la mano para pedir un taxi ya es desconocido. Será desconocido para nuestros hijos. Nosotros no somos un organismo gestor, no entendemos por qué los taxistas vienen a tirarnos huevos. Hay que reconocer que esas nuevas lineas de negocio existen, adaptarse y actuar”.

Si bien reconoció que le gustaría que los procedimientos judiciales no se dilataran tanto por los recursos y apelaciones de las grandes empresas, que recurren las sanciones “casi en su totalidad”, Marín Quemada quiso hacer hincapié en que las dilaciones no significan la impunidad, y desmintió los rumores “propagados por ciertos amigos de que esto no va a ninguna parte, al final no funcionan… No es así. No es verdad. No compren ese mensaje de que las sanciones se suspenden; eso sólo ocurre en un número muy reducido de casos”.

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