El Consejero Delegado de Bolsas y Mercados Españoles (BME) participa en el Curso de Economía organizado por la APIE en la Universidad Menendez Pelayo

Javier Hernani Burzako, Consejero Delegado de Bolsas y Mercados Españoles (CME) durante su intervención en el Curso de Economía de APIE en la UIMP.
La posibilidad de que el nuevo Ejecutivo termine imponiendo un impuesto sobre las transacciones financieras -lo que se conoce como Tasa Tobin- ha sido calificada como “un error evidente” por Javier Hernani Burzako, Consejero Delegado de Bolsas y Mercados Españoles (BME) durante su intervención el el Curso de Economía organizado por la APIE con el patrocinio del BBVA en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander.
A su juicio, dicho impuesto colocaría al mercado español en una posición competitiva peor que la de los países de su entorno, “y no estamos para que ningún sector de la economía española esté así”. Además, Hernani ha apuntado que una tasa de ese tipo sólo tendría sentido si se implantara a nivel europeo, ya que el cobro de operaciones en la que estuvieran implicadas varios países plantearía serias dificultades. Lo que es más, es un impuesto que “terminará pagando, como siempre, el ciudadano, el contribuyente, cada uno de nosotros”.
No solamente esto, el Consejero delegado de BMe ha apuntado también que la sombra de este impuesto podría tener relación con la falta de entusiasmo en las salidas a Bolsa que se está percibiendo en los primeros meses de 2019, ya que contribuye a crear una sensación de inestabilidad que disuade a las empresas, aunque también ha matizado que “con un IBEX a nueve mil y pico puntos no estamos en una situación muy atractiva para las compañías que quieren salir a cotizar”.

Javier Hernani Burzako, Consejero Delegado de Bolsas y Mercados Españoles (CME) durante su intervención en el Curso de Economía de APIE en la UIMP.
Javier Hernani Burzako centró su intervención en el presente y futuro de los mercados sostenibles, definiéndolos como mucho más “que una moda o una economía social. Ya es algo que está de forma muy clara imbricado dentro de la literatura económica normal”, y señaló que, “Cuando te acercas a los inversores y hablas con ellos, la sostenibilidad está cada vez más presente”. España, añadió, es uno de los países punteros dentro de este sector, con una emisión de 5.800 millones de dólares en bonos verdes que la sitúa en séptimo lugar en la economía mundial, aunque si se tiene en cuenta que está emitiendo estos bonos por encima de su peso en la economía mundial “está bien situada con respecto a países como Canadá o Japón”, que van por delante en el ranking del PIB mundial.
En conjunto, globalmente, se está percibiendo “un criterio de inversión ineludible”, con una inversión global de 1,45 billones de dólares relacionados con el cambio climático en todo el mundo; de estos, sólo 369 billones pueden considerarse específicamente bonos verdes, si bien la Cumbre del Clima de París estableció un objetivo de un billón de dólares en bonos verdes putos para el año 2020. Si bien queda tarea por delante, Europa tiene ventaja sobre Norteamérica en volumen de bonos orientados al clima en circulación, y una mayor participación de emisores privados. Más del 80% de los grandes inversores institucionales está empleando criterios ASG (Ambientales, Sociales y de Gobierno Corporativo) en su selección de activos, y si se examina por grupos de edad, los babyboomers -la generación más joven- es la que muestra mayor interés, lo que parece confirmar esta tendencia ascendente.