
Iñigo Fernández de Mesa, Secretario de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa, durante el almuerzo de prensa con que concluyó la Segunda Jornada del Curso de Periodismo organizado por APIE.
El Secretario de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa cerró con un almuerzo de prensa la segunda jornada del Curso de Economía para Periodistas
Como ocurre con relativa frecuencia, la actualidad ha pedido paso en el programa de la Segunda Jornada del Curso de Economía organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), y lo que iba a ser un almuerzo de prensa sobre “Los retos de la economía española” con Íñigo Fernández de Mesa, Secretario de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa, se convirtió en buena parte en una sesión de preguntas sobre la intervención del Banco Madrid y el concurso de acreedores solicitado por sus gestores actuales.
Aunque aclaró que no podía entrar en muchos detalles sobre el curso de la investigación debido a las restricciones de la Ley de Confidencialidad, sí defendió la actuación del Servicio Ejecutivo de la Comisión de Prevención de Blanqueo de Capitales (Sepblac), que él preside, y que calificó de “muy eficaz”. Igualmente, descartó que la intervención vaya a suponer un uso de fondos públicos, ya que el problema de la entidad “no era de solvencia, sino de reputación. Su estructura es la de un banco dedicado sobre todo a la gestión de activos, no a la captación de depósitos, por lo que estos no son grandes volúmenes”. Si bien el Fondo de Garantía de Depósitos cubre aquellos de una cantidad inferior a cien mil euros, “era un banco solvente, así que debería tener activos suficientes para hacer frente al pago de sus acreedores”, señaló.
Cuatro acontecimientos clave
Previamente, en su intervención, el Secretario de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa realizó una valoración de la economía española, a la que calificó como “una de las grandes economías de Europa, mucho más abierta que la francesa o la italiana”, sosteniendo la idea de la recuperación sostenida y calificando 2015 como “el año de la consolidación del crecimiento, con todos los motores de la economía tirando hacia arriba”.
Fernández de Mesa precisó que esta evolución dependería del devenir de cuatro acontecimientos en la economía mundial: la caída del precio del petróleo, el fin de la política expansiva de Estados Unidos –“una medida positiva para países como España”-, el anuncio de medidas de expansión monetaria no convencionales por parte del Banco Central Europeo, y la crisis en Grecia. Sobre esta última, declaró que los últimos meses han demostrado que la zona euro “está mucho mejor equipada que hace unos años, y muestran que es importante aprobar un programa que genere tranquilidad en los mercados”.
En el caso concreto de España, destacó la reactivación del crédito privado, a unos costes, además, que “han caído de forma muy sustancial”, y destacó el “especial interés” que está poniendo el Instituto de Crédito Oficial (ICO) en financiar proyectos de capital riesgo en sus fases iniciales. Vaticinó también un déficit por debajo del objetivo previsto del 5,8 y, preguntado por la evolución de Bankia, consideró que “el tiempo juega nuestro favor y el objetivo del Gobierno es recuperar las ayudas que se dieron cuando pase el tiempo oportuno”.
Graves desequilibrios
Antes del almuerzo de prensa, la Segunda Jornada del Curso de Periodismo se había iniciado con la ponencia de Jose Ignacio Conde-Ruiz, profesor de Economía en la Universidad Complutense y subdirector de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (FEDEA), quien estableció que, si bien es cierto que España ha emprendido el camino de la recuperación, hay algunas variables que indican que se están generando desequilibrios “Y eso es grave, porque los economistas no sabemos qué va a pasar. Y si alguno dice que lo sabe, está mintiendo”.

Jose Ignacio Conde-Ruiz, subdirector de FEDEA, durante su ponencia en la segunda jornada del Curso de Periodismo de APIE.
Entre esos desequilibrios, Conde-Ruiz señaló que, aunque el desempleo desciende aumenta el paro de larga duración, cuyos integrantes, al contrario que los del paro juvenil, tienen posibilidades prácticamente nulas de reincorporarse al mercado de trabajo. La crisis fiscal fue otra de las carencias a resolver, consecuencia, explicó, de la carencia de una reforma: “la recaudación está cayendo en lugar de aumentar; se recauda el 38% del PIB, pero se gasta el 44%”. Conde-Ruiz destacó también la deuda exterior, de casi un 100% del PIB, y una bajada del buen comportamiento del sector de exportaciones, pero señaló muy especialmente el aumento de la desigualdad como un factor de riesgo y generador de inestabilidad política.
Recaudación y gasto público
Javier Díaz-Giménez coincidió con Conde-Ruiz a la hora de señalar los retos de la recuperación de la economía española, haciendo hincapié en la normalización del mercado laboral y la consolidación fiscal como los principales retos a afrontar. Los índices actuales de creación de empleo, expuso, nos harán recuperar en 2021 los índices de 2007, aunque precisó que “no sabemos qué va a ocurrir. Si se vuelve a generar empleo, es posible que volvamos a recibir inmigrantes, que serán generaciones nuevas”.

Javier Díaz-Giménez, Profesor de Economía del IESE, durante su ponencia en la segunda jornada del Curso de Periodismo de APIE.
“El país con más déficit, más problemas de recaudación fiscal y más amenazas para el equilibrio de la Eurozona ha sido siempre España, no Grecia”, determinó, señalando entre las principales carencias del país un problema de recaudación y una incapacidad para contener el gasto público: “tenemos una recaudación irlandesa, y aspiramos a un Estado francés. Y esto es imposible. Tenemos que elegir entre uno y otro”.
Ambos economistas coincidieron en que la reforma laboral es la más urgente que debería plantearse el Gobierno que salga de las próximas elecciones generales, y apostaron por un contrato único. “La temporalidad no tiene ningún sentido”, apuntó Conde-Ruiz. “Otro disparate”, señaló Díaz-Giménez “es que lo autónomos tengan que pagar 259 euros mensuales independientemente de su actividad. Lo que se consigue con esto es que, la cuarta vez que un autónomo se queda sin ingresos, no se molesta en volver a darse de alta”.
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