El subgobernador del Banco de España clausura el Curso de Verano de APIE apostando por nuevas fusiones, reducción de costes y vías alternativas de financiación

Como ya está empezando a ser tradicional, el cierre del Curso de Verano de la Asociación de Periodistas de Información Económica corrió a cargo de Fernando Restoy; el subgobernador del Banco de España ofreció un completo repaso de la situación presente y futura bajo el título “Política monetaria y estabilidad financiera”, coincidiendo en algunas cosas con quienes le precedieron este año en las aulas de la Universidad Internacional Menendez Pelayo.

Fernando Restoy, subgobernador del Banco de España, durante su intervención en el Curso de Verano de la APIE en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. Entre el público, Elvira Rodríguez, presidenta de la CNMV, y Jose María Marín Quemada, presidente de la CNMC.

Fernando Restoy, subgobernador del Banco de España, durante su intervención en el Curso de Verano de la APIE en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. Entre el público, Elvira Rodríguez, presidenta de la CNMV, y Jose María Marín Quemada, presidente de la CNMC.

De hecho, Restoy se mantuvo en la línea de Jose María Roldán al advertir de una reducción de los tipos de interés “hasta unos niveles no vistos con anterioridad”, que podría provocar algunos efectos indeseados sobre el funcionamiento de la economía, e incluso generar algunos riesgos para la estabilidad financiera. En su intervención, repasó igualmente otras actuaciones de política monetaria en relación a la crisis financiera puestas en marcha por los principales bancos centrales.

Medidas poco convencionales

El empleo de políticas monetarias no convencionales fue una de ellas, motivada por la perdida de confianza en la solidez de las entidades, lo cual afectó al funcionamiento de los mercados interbancarios. Una tendencia que se combatió mediante inyecciones masivas de liquidez, atendiendo la demanda de fondos de las entidades en sus operaciones regulares.

Sin embargo, a medida que los tipos oficiales se acercaban a cero, las políticas no convencionales, como las compras de activos a gran escala o el forward guidance, se fueron haciendo necesarias para “proporcionar el estímulo monetario que la gravedad de la situación requería”: el resultado, declaró, ha sido un estímulo de la actividad económica y las expectativas de inflación: “la mayoría de los organismos internacionales han revisado al alza sus previsiones de crecimiento y se ha frenado la tendencia decreciente de las expectativas de inflación a medio plazo, que han comenzado, de hecho, a repuntar”, declaró Restoy.

Tres áreas de «revisión urgente»

A pesar de mostrarse convencido de que las recientes actuaciones del Banco Central Europeo han sido efectivas para contener los riesgos de caer en un “estado de atonía económica prolongada” que pudiera concluir en una deflación, el subgobernador del Banco de España advirtió de tres áreas necesitadas de una revisión urgente: primero, considerar si la banca comercial puede seguir basando el grueso de sus ingresos en la brecha entre la remuneración del activo y la del pasivo o, “como parece razonable”, enfocarse en la prestación de servicios transacciones o de gestión; segundo, mantener los esfuerzos por la reducción de costes, ya que el modelo de negocio español, basado en la cercana al cliente, ha creado una densidad de oficinas “muy superior a la media europea”, y tercero, acometer operaciones que permitan aprovechar mejor las economías de escala que puedan observarse a nivel nacional o europeo”. Una operaciones que incluyen la posibilidad de nuevas fusiones entre entidades. Según declaró: “pudiera existir todavía en España algún margen para la ejecución de operaciones corporativas que generen valor a los accionistas de las entidades involucradas y refuercen la eficiencia del conjunto del sector bancario”.

Sobre una eventual subida de los tipos de interés, pensó que estos se mantendrán a un nivel extremadamente reducido todavía durante un tiempo “razonablemente duradero”. Y, aunque no consideró que fueran a tener unos efectos preocupantes en la economía española, si abogó por una estrategia de prevención que prepare las herramientas necesarias “como la política macroprudencial” para hacerles frente si fuera necesario.

Fernando Restoy, subgobernador del Banco de España, durante su intervención en el Curso de Verano de la APIE en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.

En el turno de preguntas, el subgobernador aclaró que, aunque “no estamos animando a ningún banco concreto a comprar otro banco”, sí están analizando si realmente se ha conseguido una unión bancaria donde los pasivos tengan la misma valoración independientemente de la localización de la entidad. “De ahí pueden derivarse nuevas oportunidades de negocio, ahora que los bancos están soportando esa presión de rentabilidad”, añadió.

Sobre el tema de Grecia, se mostró de acuerdo en la necesidad de llegar a un acuerdo, y confió en que los esfuerzos negociadores den sus frutos, pero específico que era necesario un acuerdo “bueno”. Si evitar un escenario rupturista supone hacerlo sobre una base que debilite el funcionamiento financiero de Europa, explicó, “entonces no tiene sentido. No se puede caer en la trampa de pensar que cualquier acuerdo es mejor que un no acuerdo”.

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Texto Íntegro de la Intervención de Fernando Restoy