El Subgobernador del Banco de España clausura el Curso de verano organizado por la APIE contestando a las declaraciones de Durao Barroso y abogando por continuar con la política de reformas
Podría decirse que el Curso de Verano organizado por la APIE en la Universidad Internacional de Santander ha tenido este año un recorrido circular, con el último invitado opinando sobre las declaraciones del primero. Así, Fernando Restoy, subgobernador del Banco de España, tuvo que contestar, entre otras cuestiones, a las declaraciones hechas por Jose Manuel Durao Barroso, presidente de la Comisión Europea, en las que acusaba al organismo español de proporcionar información errónea sobre la salud de nuestro sistema financiero.
Era esperable, ya que esta pregunta ha sido sin duda la más popular y repetida a los invitados a lo largo del curso. Precisamente una parte de la respuesta de Restoy estuvo dedicada a agradecer a los dirigentes de la banca española su postura común a la hora de defender a la Institución; “no sólo por lo que han dicho, sino también porque lo hayan dicho” antes de restar rigor a las declaraciones de Barroso por ignorar “cifras importantes” y calificarlas como mínimo de “excesivas”, porque, aseguró, no se está criticando a una persona, sino que afectan a un organismo oficial “y el país no puede permitirse el lujo de recibir críticas al Banco de España”.
Catalunya Banc: ¿a la tercera?
Otros temas que se plantearon en su intervención fueron la venta de Catalunya Banc, a los que ya se refirieron otros invitados, pero donde no podía faltar la respuesta de Restoy como presidente del Fondo de Reestructuración Bancaria (FROB). Aunque se mostró prudente en sus palabras, sí habló de “posibilidades más que razonables de culminar la venta”, en este tercer intento, donde se ofrece por un lado la propia entidad, y por otro la cartera de crédito hipotecario, con un valor estimado de 6.500 millones de euros. Esta separación fue justificada por el subgobernador porque cada paquete atrae a tipos distintos de inversores, y de ese modo confían en conseguir “el máximo retorno posible para el contribuyente”. No entró en el posible empleo de ayudas públicas para impulsar la operación, si fuera necesario.
Por otra parte, Restoy calculó en 3.000 millones de euros la cantidad ya recuperada, o en vías de recuperarse, de ayudas a la banca, entre el dinero obtenido de la venta de Novagalicia Banco y la devolución de las ayudas que Caixabank concedió a Banca Cívica, más lo recaudado por la venta del 7,5% de Bankia. Sobre las expectativas de crecimiento de la economía española, calculó que en 2015 se llegará al 2% de tasa interanual, aunque advirtió que la crisis “ha tenido un impacto muy severo sobre los niveles de empleo y renta. Restaurar los niveles de bienestar anteriores llevará varios años”, y apostó por continuar con la política de reformas “para acelerar el proceso de recuperación”.
Estas reformas incluirían seguir con la política de contención de gastos financieros y operativos, combinando la diversificación con el aprovechamiento de las ventajas competitivas, y moderando el reparto de dividendos y remuneraciones. La rentabilidad del sector bancario, “en línea con lo que ocurre en el resto de Europa”, seguirá siendo reducida todavía durante algún tiempo, y Restoy recomendó tenerlo en cuenta, de la misma manera que la nueva normativa financiera exigiría a los bancos contar con mayor volumen de recursos propios, bien en forma de fondos o como “bienes pasivos que puedan convertirse en capital en caso de necesidad”.