El subgobernador del Banco de España cierra el curso de verano de la APIE analizando el futuro del sector, y apostando por las fusiones nacionales frente a las paneuropeas
Como ya viene siendo tradicional, la clausura del curso de economía que cada verano, con el patrocinio y la colaboración del BBVA, organiza la APIE en la Universidad Menéndez Pelayo de Santander, corrió a cargo de Fernando Restoy subgobernador del Banco de España. Y, como ha venido siendo tradicional a lo largo de este curso, las posibles fusiones entre entidades protagonizaron buena parte del turno de preguntas.
Si bien durante su intervención Restoy anunció que “la corrección ordenada del exceso de capacidad de la industria bancaria exigirá previsiblemente una mayor consolidación del sector”, y remachó que “el proceso de integración de la industria debería tener lugar a nivel europeo, con objeto de superar la vocación estrictamente doméstica que mantienen la inmensa mayoría de las entidades”, en el turno de preguntas negó estar apostando por grandes operaciones paneuropeas a largo plazo, ya que “los obstáculos que aún permanecen” pueden dificultar el proceso. En cambio, añadió “es probable que a corto y medio plazo veamos fusiones a nivel nacional, donde ese tipo de obstáculos son mucho menores”.
Para el subgobernador, España está aún en un nivel de concentración baja de entidades bancarias, “por lo tanto debería haber margen para alguna operación”, margen estrecho, pero todavía posible después del programa de concentración y desaparición de entidades.
Los desafíos europeos
Europa, en cambio, presenta un marco más propicio. En primer lugar, porque aún hay muchos países -Alemania, Italia, Reino Unido, Francia- cuyo nivel de concentración bancaria está por debajo de lo que podría considerarse un nivel que pueda poner en peligro la competencia. Y en segundo, porque el nuevo entorno macroeconómico “que no favorece la generación de márgenes”, y la reforma regulatoria “que, con el objetivo de proteger la estabilidad financiera, introduce nuevas normas y salvaguardas que suponen restricciones al negocio de transformación de riesgos” suponen un importante desafío para las entidades, que se verán obligadas a adaptar sus modelos de negocio y sus estructuras corporativas, “lo que sin duda afectará a la estructura del sector”, concluyó Restoy.

Fernando Restoy, subgobernador del Banco de España, durante su intervención en el curso de verano organizado por la APIE en la Universidad Menéndez Pelayo de Santander.
Esta reforma de la estructura no se limita a las fusiones; el subgobernador vaticinó también que el cierre de oficinas bancarias continuará, ya que su densidad en España, “a pesar de la reducción de los últimos años, sigue siendo elevada, en particular si se compara con la de otros países europeos”. Las nuevas tecnologías, añadió, pueden suponer una ayuda para la cercanía con el cliente y la comercialización de productos, aunque por otro lado hayan facilitado la aparición de nuevos competidores -las fintech– que se están apropiando de parte del negocio sin necesidad de estar sometidos a los requisitos de la regulación bancaria. Es al mismo tiempo, declaró, un reto y una oportunidad.
Preguntado por la eventualidad de convertir Bankia en banco público, el subgobernador rechazó el proyecto, ya que “se enfrenta a enormes dificultades”, además de recordar los compromisos con Bruselas y la fecha de caducidad de la titularidad pública de Bankia.