El Círculo de Empresarios presentó la edición de 2017 de su Informe de la Empresa Mediana Española en un acto organizado con la colaboración de la APIE

De izquierda a derecha, Jesús Prieto, Javier Vega de Seoane, Íñigo de Barrón y Antonio Marín durante la presentación del Informe 2017 de la Empresa Mediana Española.
“Del mismo modo que una sociedad no funciona sin una clase media fuerte, una economía no funciona sin una empresa mediana fuerte”. Con estas palabras Javier Vega de Seoane, presidente del Círculo de Empresarios, destacó un año más la necesidad de adoptar medidas que refuercen el tejido empresarial español durante la presentación de la edición 2017 del Informe de la Empresa Mediana Española, que contó además con la participación de Jesús Prieto, presidente de CT Ingenieros y Codirector del proyecto, Antonio Marín, economista de BBVA Research, entidad que ha colaborado en su elaboración, e Íñigo de Barrón Arniches, presidente de APIE, que actuó como moderador.
Una de cada cuatro empresas medianas ha desaparecido
La nueva edición de este Informe, cuya publicación se inició hace cinco años, ha ampliado su periodo de análisis a la última década para detectar los factores vinculados al mundo de la empresa que han impulsado la recuperación de la economía española tras la crisis. Sus conclusiones dejan claro que las empresas de menor tamaño han sufrido de manera especial los malos tiempos, y han contado con menos recursos para recuperarse. Dos millones de personas de este sector han perdido su empleo en estos años, repartidos al 50% entre trabajadores de empresas pequeñas y de medianas y microempresas. Una de cada cuatro empresas medianas ha desaparecido, reduciendo así la participación de este sector en el tejido empresarial -del 0,8% en 2008 al 0,6% actual-, mientras que el peso de las pequeñas empresas se ha reducido hasta el 4,5%.
“Las microempresas son las que han registrado un mayor descenso de la producción, y no han recuperado sus niveles de productividad previos a la crisis”, ha declarado Jesús Prieto durante la presentación. Las grandes empresas son las únicas que han conseguido recuperarse lo cual, señaló, pone de manifiesto la importancia de aumentar las dimensiones del tejido empresarial.
En este sentido Javier Vega de Seoane ha vuelto a pedir unas reformas que aumenten la competitividad del sector: “Llevamos tiempo echando de menos una actitud reformista por parte del Gobierno. Es verdad que no es fácil hacer grandes reformas con este arco parlamentario, pero sí hay muchas pequeñas reformas que se pueden emprender”. El Círculo insiste en su propuesta de elevar el umbral que define a la mediana empresa de los 50 trabajadores actuales a cien, y de los 6 millones de facturación anual, a 20, con el fin de evitar los problemas administrativos, fiscales y laborales que se presentan a los empresarios cuando se enfrentan con el cambio de categoría de mediana a gran empresa; Vega de Seoane ha recordado que estos umbrales se establecieron en el año 1984, “cuando seis millones de euros eran mil millones de pesetas, que era mucho dinero, pero hoy en día ya no es casi nada”.
A España le cuesta digitalizarse
Por primera vez, el Informe examina la digitalización del tejido empresarial español, tarea que ha correspondido a BBVA research con la elaboración de un monográfico sobre el tema. Según Antonio Marín, esta digitalización podría ser la respuesta a los principales problemas que afronta la economía española, ya que “favorece la creación de empleo, impulsa el crecimiento de la productividad e incrementa los mercados potenciales de las empresas. Cualquier persona en cualquier lugar del mundo puede ser un cliente”. Sin embargo, hay una baja predisposición en las empresas españolas a adoptar todas las herramientas que ofrece el entorno digital. De acuerdo con el Índice Global de Digitalización de BBVA DiGiX, España se situaría en el puesto 30 de un total de 100 países, con Luxemburgo en primer lugar. En términos de oferta, campo liderado por Japón, España ocupa el puesto 38.
Este informe permite también posicionar el grado de digitalización de las comunidades autónomas, y compararlas en una escala internacional. Así, Baleares es la que tiene mejor valoración, comparable a países como Canadá o Francia, que ocupan el puesto 25, seguida de Cataluña y Madrid. En los últimos puestos se situarían Cantabria y Asturias, equivalentes al puesto 60 con un nivel similar al de Rusia y Chipre. La presencia de la digitalización es especialmente importante, como cabría esperar, en el sector de empresas de I+D que, en opinión de Jesús Prieto, “son las que pueden ayudar a la empresa española a crecer sobre una base sostenible”.
Salarios y competitividad, de la mano
Preguntado por la reciente propuesta de Juan Rosell, presidente de la CEOE, de subir el salario mínimo interprofesional, el presidente del Círculo de Empresarios se ha mostrado de acuerdo, ya que “en España hay sectores con salarios muy malos y eso hay que corregirlo. Pero siempre y cuando venga acompañado de una mejora de la competitividad”. Para Javier Vega de Seoane, cada empresa debe estudiar su caso particular, sin generalizaciones. “A los empresarios nos encanta pagar bien a nuestros empleados: están más contentos, venden más, hacen productos más competitivos. Pero si al que no puede le obligas, el que está con el agua al cuello tiene que cerrar, y eso sí que es un desastre”.
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